Derrumbar una mole
¡Qué ocasión perdida! Yo creía -en mi congénita ingenuidad- que se aprovecharían las obras en la zona para desmontar el Arco del Triunfo a la entrada de Madrid por la Moncloa. Yo creía -en mi ingenuidad- que se retiraría esa esperpéntica mole, ese armatoste de piedra sin alma (de ahí su no envejecer) que conmemora la triste y terrible victoria de unos españoles sobre otros.Cuando se han arrumbado estatuas del dictador y escudos de su régimen de algunas fachadas oficiales, cuando se ha cambiado el nombre de algunas calles y retratos del general se han descolgado de algunos despachos, ¿por qué subsiste en pie ese símbolo de rencor y tiranía? Claro, que después de haber visto que un Gobierno del PSOE desmontó la cuadriga para limpiarla hace no mucho, todavía tendremos que darnos por satisfechos mientras no coronen el monumento con esta leyenda: ¡Pasamos!- José María González Muñoz.
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