La URSS recuperará este mes la libertad de prensa, según el periodista y diputado Poltoranin
"El cuarto poder, el de la opinión pública, no ha existido en la URSS", afirma Mijaíl Poltoranin, diputado popular y secretario de la Unión de Periodistas de la Unión Soviética. Por ello señala que el primer objetivo del proyecto de Ley de Prensa, que el Parlamento debatirá en la sesión de este mes de mayo, es romper el monopolio sobre los medios de comunicación. Poltorarim, uno de los redactores de este proyecto, asegura que los medios de comunicación han de convertirse en un contrapeso democrático del inmenso poder presidencial que encarna Gorbachov.
"En la URSS, muchos coinciden en la opinión de que el único éxito verdadero de Gorbachov es su política de trasparencia informativa, además de sus éxitos en política exterior", afirma Poltoranin. "Y realmente es así. Si comparamos la prensa de hoy con la de antes de 1985, hay diferencias muy acusadas. Con todo, la libertad de prensa es escasa".Poltoranin, miembro del Comité Parlamentario para la Trasparencia Informativa, participó el pasado jueves en un ciclo sobre la Perestroika organizado por la Universidad de Valencia. Su opinión sobre la situación de los medios de comunicación en su país es clara: "Cerca del 90% sigue siendo controlado por el aparato del partido". Toda la televisión, excepto la de Leningrado, y la mayoría de los medios de zonas periféricas, con excepciones en grandes ciudades, siguen sometidos a la presión de los funcionarios y de la burocracia del PCUS.
Fin del monopolio estatal
Oleadas de despidos en la prensa juvenil, purgas de periodistas en la televisión y en otros medios "por haber manifestado opiniones propias", dibujan, según Poltoranin, un panorama que, de seguir como ahora, "puede conducir a un momento en que los medios de comunicación queden ahogados".
En este contexto, el proyecto de Ley de Prensa, del que Poltoranin es uno de los redactores y que ya ha pasado la primera fase de tramitación parlamentaria, ha de "arrebatarle al partido el arma poderosa que es la prensa". Este diputado popular, de 57 años, natural de Siberia y adscrito al grupo interregional en el Parlamento soviético, señala que la futura ley se basa en la abolición de la censura, la posibilidad de que todo ciudadano mayor de 18 años pueda crear su medio de comunicación y la autonomía económica de los medios.
Pese a que se muestra optimista sobre su aprobación, Poltoranin reconoce que el proyecto "encuentra fuertes resistencias por parte de los burócratas del PCUS, de determinados sectores del Ejército y, por extraño que pueda parecer, de gente que tiene temor a un desenfreno de la prensa".
Desmonopolizar los medios de comunicación para evitar que el aparato del Estado estragule la glasnost es el principal objetivo de una ley que, aún cuando se apruebe, puede sufrir muchos obstáculos. "Existen muchas sanciones económicas que pueden aplicar", señala Poltoranin. "La principal, elevar el precio del papel y de la distribución".
Para combatir estas dificultades, Poltoranin propugna "desideologizar y profesionalizar" la Unión de Periodistas de la URS S, una organización que agrupa a 92.000 profesionales, de los cuales sólo 7.000 tienen menos de 30 años. "El futuro es de la juventud", dice. "Sin una Unión de Periodistas fuerte e independiente, no puede haber cuarto poder", afirma.
Esta organización ha creado un fondo de apoyo a los huelguistas en diferentes medios de comunicación, tiene el proyecto de construir dos fábricas de papel y varias imprentas, para romper el monopolio estatal, así como crear una agencia de noticias que compita con la oficial Tass y un centro de sondeos de opinión. Preservar las conquistas de la Perestroika es el objetivo que persiguen, según Poltoranin, estas iniciativas.
Máquina de votar ensayada
"El Soviet Supremo sigue siendo una máquina de votación muy ensayada", señala Poltoranin. "El poder judicial es muy débil, porque en el Estado totalitario ha habido leyes pero no justicia. Y la cima del poder es el presidente, que carece de contrapesos democráticos". El diputado y periodista soviético asegura no dudar de la honradez de Gorbachov pero apunta que pueden condicionarlo las circunstancias o incluso desaparecer, con lo que podría volverse a un neototalitarismo.Para que no ocurra, la prensa ha de defender el proceso de apertura, según Poltoranin, que afirma que la Perestroika se desarrolla ya como un fenómeno inevitable. "La cuestión es que el descontento y la hostilidad populares no sean utilizados con objetivos provocadores", dice. "Hay que canalizarlo de forma civilizada y evitar que se llegue a una guerra civil".
El hecho de que la URSS es "un país atiborrado de misiles", hace reflexionar a Poltoranin que la guerra civil podría convertirse en un conflicto nuclear. "No se puede llevar la situación a este límite. Hace falta sentido común", concluye.
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