Un juez de Granada considera que las lesiones de una presunta violación fueron consecuencia de una "explosion amorosa"
Una sentencia de la Audiencia de Granada considera que las lesiones en los genitales descritas en un parte médico de un caso por presunta violación, que necesitaron de diez días para curar, fueron consecuencia de una "explosión amorosa". El fallo absuelve a los dos acusados al considerar que Susana, una mujer de 26 años que padece una oligofrenia, "no sólo no se opuso a la práctica de ayuntamientos carnales sino que fue ella misma la que los propició". Susana era virgen y apenas había mantenido relaciones amistosas con personas del sexo opuesto.El ponente de la sentencia, el magistrado Eduardo Rodríguez Cano, ya logró cierto renombre la pasada Samana Santa al dictar un fallo en el que absolvía a Jesucristo. El juez, además, compone poemas inspirándose en las causas que él mismo sentencia.
El abogado de la acusación particular, Benigno Ibáñez, que ha recurrido, como la fiscalía, el fallo de la Audiencia, calificó la sentencia de "total barbaridad". "Es bárbara para cualquier mujer, porque ninguna violada puede tener protección salvo que los miembros del tribunal estén presentes en la comisión del delito". La única prueba, el parte médico donde se describen las lesiones producidas por penetración vaginal y anal, es tenido por el tribunal como descripción de los efectos de una "explosión amorosa".
"Con esta tesis, cualquier mujer que haga el amor necesitará diez días para sanar de las lesiones que tal actividad le produce", señaló Joaquín Martínez, director del centro donde asiste regularmente la presunta violada. "Susana acudió a nosotros tras ser violada; traía las gafas rotas y la cadena que llevaba encima había desaparecido", agregó.
Los dos absueltos, Abdelhak Taki y Abdelkader Metrouch van a solicitar 50 millones de pesetas de indemnización por los casi dos años que han permanecido en prisión preventiva.
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