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Mubarak busca en Damasco la reconciliación árabe

Ángeles Espinosa

El presidente egipcio, Mohamed Hosni Mubarak, busca en Damasco el camino para la total reconciliación árabe, durante una visita de dos días que concluirá hoy. Su anfitrión, el presidente Hafez el Asad, se muestra dispuesto a superar el último escollo: sus diferencias con Irak, siempre y cuando no se le exija pedir perdón al líder de ese país, Sadam Husein, por haber apoyado a Irán en la guerra del Golfo. A pocas fechas de una eventual cumbre árabe extraordinaria en Bagdad, éste parece el objetivo de un encuentro que ha costado "laboriosos esfuerzos", según reconocen ambas partes.

En declaraciones a los medios de comunicación, uno de los miembros de la delegación egipcia aseguró que las conversaciones entre Mubarak y Assad tratarían sobre "las reconciliaciones interárabes, la celebración de la cumbre árabe extraordinaria, la emigración Judía a la Palestina ocupada, así como de los resultados de la visita a Moscú del presidente Assad". Mubarak, que se encuentra en Siria acompañado de su ministro de Exteriores, Esmat Abdelmeguid, y de su consejero político, Usama el Bas, tiene previsto viajar a la capital soviética el próximo día 14.La reconciliación sirio-iraquí constituye uno de los asun tos más delicados entre ambos mandatarios. Desde hace má de diez años, Asad y el líder ira quí se encuentran personal y políticamente enfrentados por el liderazgo del Partido Baa -del que dirigen ramas desgajadas-, y del mundo árabe en general. Tal rivalidad se incrementó a raíz del acercamiento de Siria al enemigo de su enemigo, Irán, a quien no dudó en apoyar durante la guerra del Golfo.

Mubarak, por su parte, se halla vinculado a Irak no sólo por los tradicionales lazos de amistad, sino también por su pertenencia al Consejo de Cooperación Árabe (CCA), que prevé la respuesta solidaria de sus miembros ante un eventual ataque a cualquiera de ellos. Tal vez por ello y para desmarcarse de los excesos del dictador iraquí, el rais egipcio se ha propuesto como objetivo acabar con este último escollo para la unidad árabe.

Empecinamiento iraquí

La mediación de Mubarak choca, sin embargo, con el empecinamiento del dirigente iraquí, que insiste en la necesidad de que Siria se retire de Líbano y le presente disculpas. Ésta es la primera visita de Mubarak a Damasco desde el reestablecimiento de relaciones diplomáticas el 27 de diciembre de 1989. Los dos presidentes se encontraron en marzo en Tobruk (Libia), al margen de una minicumbre organizada por Muammar el Gaddafi.

Los árabes, aseguraba ayer el diario gubernamental sirio Techrin, "necesitan más que nunca coordinar y unir sus esfuerzos, en un momento en que Israel explota los cambios internacionales en beneficio de sus planes expansionistas y la Administración norteamericana parece no resultar afectada".

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"Israel no puede esperar nada bueno de un renacer del eje El Cairo-Damasco, sobre todo si el presidente egipcio se esfuerza también por reconciliar a Siria con Irak", afirmaban ayer los observadores políticos en Jerusalén, informa Víctor Cygielman. La eventual emergencia de esta nueva coalición interárabe desatará primero una ofensiva de paz, destinada a aislar al Estado hebreo en el plano internacional. Si, como se prevé en las capitales árabes, el Gobierno israelí continúa haciendo oídos sordos a las ofertas de paz de árabes y palestinos -juzgadas inaceptables en Jerusalén- la misma coalición interárabe se preparará para una nueva guerra.

Libano y la OLP, asuntos pendientes

Los presidentes de Egipto y Sirla pretenden coordinar las políticas de sus respectivos países en dos asuntos clavespara el mundo árabe: la crisis libanesa y la cuestión palestina.Según el diario Al Hayat, una publicación de carácter internacional en lengua árabe que se edita en El Cairo, Mubarak ha llevado a Damasco un plan que recoge una iniciativa de Samit Yaya para colaborar con el poder legal del presidente Elías Haraui. Yaya, que es el jefe de la milicia Fuerzas Libanesas (FL), busca así una salida al conflicto que le enfrenta desde enero al general Michel Aún por el control del enclave cristiano de Líbano. El proyecto busca que la autoridad legal se haga cargo de los cuarteles del Ejército libanés situados en las regiones cristianas y la retirada de las tropas sirias de algunas posiciones en las que se encuentran desplegadas. La propuesta egipcia prevé también que se constituya una fuerza árabe simbólica para colaborar con el Ejército sirio en el país de los cedros.

Recién reconciliado con Asad, Mubarak extenderá el ambiente amistoso al líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat, cuyas relaciones con el presidente sirio son más bien borrosas desde 1983. La oposición a la emigración de judíos soviéticos a Israel parece el único punto de encuentro entre Asad y Arafat, enfrentados por el control de la resistencia palestina.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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