_
_
_
_
DÍA DE LOS TRABAJADORES EN EL MUNDO

El Primero de Mayo en Moscú, canto a una Lituania libre

Las celebraciones de¡ Primero de Mayo en Moscú se transformaron ayer en una manifestación en apoyo a la independencia de Lituania. "Lilbertad para Lituania" fue la principal consigna de las fuerzas progresistas que durante más de hora y media desfilaron por la plaza Roja. Por primera vez en la historia de la URSS hubo dos desfiles conmemorativos de¡ Primero de Mayo: uno organizado por los sindicatos oficiales y otro de la oposición. Mijaíl Gorbachov aguantó al pie de¡ cañón durante los primeros 35 minutos de este último, abandonando la tribuna cuando entró la columna de Zelenogrado.

En el acto oficial, que duró tres cuartos de hora, participaron 48.000 personas. Ése fue el número de invitaciones que se repartieron a través de las empresas y las fábricas. En la tribuna, junto a Gorbachov, estaban el primer ministro, Nikolái Rizhkov; el presidente del Parlamento, Anatoli Lukiánov; el ministro de Defensa, Dmitri Yázov, y otros altos funcionarios del partido comunista, como Yegor Ligachov, Alexandr YákovIev, Yevgueni Primakov. Signos de los nuevos tiempos era la presencia del flamante alcalde de Moscú, el opositor Gavriil Popov.Mientras tanto, en los accesos de la plaza Roja esperaban su turno para desfilar decenas de miles de manifestantes opositores. Hacia las once de la mañana empezaron a entrar en la plaza las columnas encabezadas por los diputados populares. Para que no se escucharan las consignas que gritaba la multitud, los altavoces subieron el volumen de la música, y la televisión, que hasta entonces transmitía en directo, cortó su transmisión.

Los manifestantes ondearon un mar de banderas lituanas (rojo, amarillo y verde). La columna de la organización Memorial estaba toda dedicada a Lituania.. "¡Fuera las manos de Lituania!"; "¡El bloqueo, vergüenza del presidente!", "¡Diálogo con Lituania y no con Li Peng!"; "¡Vergüenza para los defensores del imperio estalinista!"; "¡Gorbachov, deja de asfixiar a Lituania!", rezaban las pancartas.

Los dirigentes contemplaban seriamente a la multitud sin casi sonreír ni saludar. No está claro que pudieran escuchar lo que la gente gritaba pero se veía que se fijaban en lo que expresaban las pancartas. Cuando a las 11.35 hizo su entrada la agresiva columna de Zelenogrado, encabezada por el mismísimo Telman Gdlian, el fiscal que ha acusado de corrupción a altos dirigentes de la URSS y al que recientemente trataron de quitarle la inmunidad parlamentaria, Gorbachov y los otros líderes abandonaron la plaza Roja. Más de una hora continuó después el desfile de manifestantes con la tribuna del mausoleo de Lenin vacía.

Esto daría pie a Gdlian para decir más tarde, en un mitin en el parque Gorki: "Hoy hemos comprendido con quiénes nos enfrentamos: a personas cobardes que vuelven la espalda al pueblo". Mientras los dirigentes bajaban de la ' tribuna, en la plaza Roja se escucharon silbidos y abucheos.

En el desfile formaron sus propias columnas los partidos políticos recién surgidos en la URSS. También había una del movimiento nacionalista ucraniano Ruj, otra encabezada por un pope que llevaba la figura de Cristo en la cruz y una de Unión Democrática con banderas tricolores rusas.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

La columna más grande y organizada era la de Zelenogrado, la ciudad por donde es diputado Gdlian. "Señor presidente, Gdlian e Ivanov [otro fiscal marginado] son tu último examen de conciencia"; "La fiscalía es una vendida"; "Ligachov, renuncia", e podía leer en las pancartas que portaban.

Gdlian iba rodeado por una cadena de jóvenes que impedían que la gente se le acercara. "¡Mamá, mamá, he visto a Gdlian!", se escuchó decir a una niña al abandonar la plaza Roja. "Gálochka, recuerda este día, has visto a un héroe en vivo, no por la televisión", le dijo la madre.

[El presidente de EE UU confirmó ayer que mañana recibirá a la primera ministra de Lituania, Kazimiera Prunskiene, sin que ello represente cambio alguno en su cauta actitud, informa Reuter].

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_