Liberado en Beirut el norteamericano Frank Reed
El presidente George Bush agradeció anoche a los Gobiernos de Siria e Irán sus gestiones para conseguir la liberación del rehén norteamericano Frank Reed por parte de sus secuestradores. A Damasco, por las gestiones realizadas "para facilitarla" y a Teherán "por utilizar su influencia para conseguir este gesto humanitario". Pero Bush añadió que su alegría estaba "atemperada" por el drama que todavía viven el resto de los rehenes estadounidenses y de otras nacionalidades en manos de grupos shiíes.Reed, de 57 años, director de la Escuela Internacional de Belrut hasta su captura, el 9 de setiembre de 1986, por la Organiza,ción de la Aurora Islámica, fue liberado ayer en la capital libanesa, desde donde fue trasladado a Damasco por miembros de las fuerzas de seguridad sirias y entregado al embajador norteamericano, Edward Djerejian.
La liberación de Reed, un graduado del Boston College convertido a la religión musulmana poco antes de casarse con su seguinda mujer, Fahima, se ha producido una semana después de que otro grupo fundamentalista musulmán liberase al profesor de la Universidad Americana de Beirut, Robert Polhill. Precisamente ayer, Polhill fue recibido por Bush en la Casa Blanca.
El presidente recordó que "otros seis norteamericanos inocentes y otros extranjeros siguen retenidos contra su voluntad en Líbano"'. "No podremos descansar hasta que todos los rehenes hayan sido liberados", añadió.
Por su parte, la esposa de Reed, Fahima, de nacionalidad siria, manifestó desde su casa de Malden, Massachusetts, y antes de partir para Alemania, donde se reunirá con su marido, que "no basta que hayan liberado a Frank y a Robert Polhill". "Queremos que todos salgan", añadió.
EE UU niega que haya ofrecido contrapartidas a Irán y Siria por la liberación y reitera su negativa a negociar con los grupos slilíes. Sin embargo, Bush maniféstó, a través de la expresiva frase "buena voluntad genera buena Voluntad", que su Gobierno podría considerar una mejora de relaciones con Sirla y la posibilidad de liberar las cuentas iraníes congeladas en bancos norteamericanos si se conseguía la liberación de todos los rehenes.
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