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Recuperar una vida autónoma

Milagros Pérez Oliva

Algunos tipos de reúma no se curan, pero se puede mejorar mucho la calidad de vida del paciente. De ahí la importancia de lograr tin diagnóstico precoz y certero y disponer después de centros de rehabilitación adecuados. Los pocos que existen en la red pública atienden preferentemente a enfermos de patologías traumáticas o que han sufrido accidentes vasculares. Los reumáticos son los últimos en conseguir plaza, porque se supone que la suya es una dolencia de resignación y paciencia.Y, sin embargo, no es así. Muchos reumáticos pueden recuperar funciones tan básicas como vestirse, calzarse o caminar gracias a los ejercícios de rehabilitación. Y pueden mantener una vida autónoma con la ayuda de unos aparatos especiales que la mayoría de ellos ni siquiera sabe que existen. Por ejemplo, algunos enfermos de artritis reumatoidea no pueden abrir las puertas porque no tienen fuerza en las manos. Un artilugio les permite coger y girar los pomos. También han sido diseñadas pinzas para calzarse sin ayuda, sillas especiales, más altas y más rígidas, o asideros para poder levantarse del retrete. Y en algunos casos, la rehabilitación les puede proporcionar la posibilidad de mantener relaciones sexuales satisfactorias. Los Grupos de Asistencia y Readaptación constituidos en torno al servicio de reumatología del Hospital Clínico de Barcelona se ocupan de esta ayuda. Pero es el único centro de este tipo que existe. Josep Granados, presidente de la Lliga, se ha propuesto que haya uno similar en cada hospital.

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