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NECROLÓGICAS

Entierro de Agustín Castellón, 'Sabicas'

Los restos mortales del guitarrista flamenco Agustín Castellón Campos, Sabicas, gitano pamplonés, fueron enterrados en la tarde de ayer en el cementerio municipal de Pamplona tras la celebración de diversos actos de homenaje y despedida organizados por el Gobierno de Navarra y el Ayuntamiento de la ciudad y a los que acudieron autoridades, familiares, varios centenares de amigos y admiradores del músico.El traslado del cadáver del guitarrista desde la ciudad de Nueva York, en la que residía y en la que falleció el pasado 14 de abril a consecuencia de un ataque cerebral complicado con una neumonía, hasta la ciudad en la que nació el 15 de febrero de 1912, fue costeado por el Gobierno de Navarra. Su consejero de Educación y Cultura, Román Felones, se trasladó ayer al aeropuerto de Barajas para recibir el cuerpo del guitarrista, así como a los familiares que le acompañaban.

A primera hora de la tarde, el féretro que contenía los restos de Sabicas llegó hasta la plaza del Ayuntamiento de Pamplona. En el zaguán de la casa consistorial se le tributó un sencillo homenaje en presencia de su viuda, la mexicana Esperanza González, de la que estaba separado, y de uno de sus dos hijos, Agustín, que acompañaron el último viaje del artista flamenco desde Nueva York.

La misa de funeral por Sabicas, oficiada en la iglesia de San Saturnino, a escasos metros de la calle Mañueca, en la que nació, contó con la presencia en la parte musical del coro del instituto Irubide. Concluida la ceremonia, Sabicas fue enterrado en un nicho del cementerio de Pamplona propiedad del Ayuntamiento de la ciudad, en un último adiós en el que participaron numerosos amigos y admiradores del guitarrista procedentes de todo el país.

En agosto de 1989, dos representantes del Gobierno navarro viajaron a Nueva York y contactaron con Agustín Castellón en aquella ciudad para informarle de la intención del Ejecutivo foral de aprovechar su proyectada gira por España, posteriormente suspendida por problemas de salud, para rendirle un gran concierto-homenaje en el que podrían participar Paco de Lucía, Calixto Sánchez y José Mercé, a los que Sabicas añadió el nombre del cantaor Enrique Morente, con quien acababa de grabar un disco de próxima aparición.

Sabicas, que residía solo en un modesto apartamento de la Calle 55 de Nueva York, recibió a los representantes del Gobierno navarro y accedió a estar presente en el homenaje que se le preparaba.

Uno de los participantes en aquella visita recordó ayer que Sabicas les dijo entonces: "Te miras al espejo y te ríes. Le haces burla, pero los años te aplastan y te mueres de pena. Llega un momento en que ya no te ríes del espejo y te pasa la factura. Llega al final el tío Paco con la rebaja...".

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