Martín Berrocal rechaza dar detalles sobre su secuestro y liberalización
"Me perdonan que no hable del secuestro. Es algo que quiero olvidar, más aún, que necesito olvidar". Esto dijo Pablo Martín Berrocal ayer ante los periodistas reunidos en la quinta Santa Rosa, de Guapulu, residencia del embajador español Juan Manuel Egea. Fue un corto encuentro en el que el empresario , liberado el pasado domingo tras ocho meses de cautiverio, se limitó a leer una declaración y a posar para los fotógrafos.
Berrocal, que aparecía pálido y delgado, estuvo acompañado por José Luis Bruzzone, gerente de la empresa que gestiona la plaza de toros de Quito y a la vez su abogado personal."No estoy en condiciones de recordar mi secuestro, del mismo modo que no estoy en condiciones de recordar los detalles de mi liberación", dice otro aparte del comunicado que Berrocal escribió a mano y leyó en voz baja y, en momentos, entrecortada. El empresario español se excusó de responder a preguntas afirmando que su médico se lo prohibió debido a los problemas de presión arterial que sufre a raíz del secuestro.El encuentro se realizó en un hall de la inmensa casona colonial ubicada al norte de Quito. Desde el día de su liberación Berrocal se encuentra allí como huésped del embajador español. Berrocal se refirió una vez más a los hechos importantes que ocurrieron durante los ocho meses de "la dura y terrible situación" que estuvo obligado a vivir, el nacímiento de su primer nieto y las Navidades, las primeras que ha pasado lejos de su familia. Finalmente mostró su agradecimiento a las autoridades y a los periodistas ecuatorianos y habló de este país como de su segunda patria.Según conoció este periódico, en las largas conversaciones con los organismos de seguridad ecuatorianos, el empresario ha evadido concretar detalles sobre sus secuestradores y sobre los lugares en los que permaneció durante el cautiverio.
Berrocal informó a la policía que estuvo siempre con dos personas, pero no ha precisado si tenían acento colombiano, español o ecuatoriano. Ha informado también que estuvo en tres sitios distintos, pero los datos son tan vagos que no se ha podido confirmar si uno de ellos, como se sospecha, es un paraje al sur de Colombia.
La cautela ha sido la línea con la cual la familia Berrocal ha manejado este secuestro. Todo indica que prefirieron negociar directamente, teniendo al margen a los organismos de seguridad. Extraoficialmente se dice que hoy jueves Martín Berrocal regresará a Madrid.
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