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Vatra Rumanesca llama a la violencia contra las minorías en Rumanía

VIVIANNE SCHNITZER El manifiesto del grupo extremista Vatra Rumanesca, que se acaba de conocer en Occidente, es un abierto llamamiento a la violencia contra las minorías que viven en Rumanía: húngaros (2,5 millones), gitanos (un millón) y un número no especilficado de alemanes tras la masiva emigración de éstos a la RFA, después del pago previo de Bonn al régimen en Bucarest.

La Carta de principios de los nacionalistas de Vatra Rumanesca, que se ha transforririado en un movimiento político en pelígroso ascenso, consta de 21 puntos y fue elaborada en febrero pasado, antes de los sangrientos sucesos provocados por rumanos nacionalistas militantes de Vatra Rumanesca en contra de la minorías húngara en la ciudad de Tirgu Mures (Transilvanla.).

En el texto se llama a toda la población rumana con "buenas intenciones" a "expulsar", "neutralizar", u obligar a trasladarse a "territorios neutrales" a las minorías.

En un tono agresivo y patriota, el manifiesto incita a los ataques violentos: "El suelo sagrado rumano aún está inmundo con los pies asiáticos de húngaros, gitanos y otros lumpen. No tengan temor de luchar y derramar su sangre sucia".

"No necesitamos a Europa"

Sigue el manifiesto: "Hemos logrado deshacernos de los alemanes, pero existen muchos otros que no son necesarios en Rumania. Hagan todo lo posible para que desaparezcan. ¡Ceaucescu no vivió lo suficiente para destruirlos! ( ... ). No necesitamos a Europa, la Casa Europea no significa otra cosa que la desaparición de la unidad territorial y nacional de Rumanía".

En el manifiesto, se llama también a defender a ex miembros de la Securitate, "porque ahora es necesaria gente competente, educados con una lealtad incondicional cuando se proponen una nieta". Ha transcendido que en las filas de Vatra Rumanesca hay ex oficiales y, ex miembros de la temida policía política del régimen de Nicolae Ceaucescu.

Vatra Rumanesca anuncia que va a propagar "los sentimíentos profundamente enraizados en el alma de los rumanos, como el odio a los alemanes y a los gitanos".

Explica que por ahora el "trabajo" está concentrado en la ciudad de Tirgu Mures, pero que se extenderá a todo el territorio de lo que ellos llaman la "Gran Rumania de 1918".

Por otra parte, el jueves comenzó en Timisoara el juicio contra más de 20 ex oficiales de la Securitate supuestamente involucrados en violaciones de los derechos humanos.

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