60 compañías participan en el VI Certamen del Teatro aficionado de Madrid

En distintas localidades de la región madrileña se ha celebrado la primera fase del VI Certamen del Teatro Aficionado de la Comunidad de Madrid. En este certamen, que coincide con la III Muestra de Teatro de la Sierra, han participado unas 60 compañías vocacionales. En la fase final, que se celebrará en el Real Coliseo Carlos III de San Lorenzo de El Escorial, del 17 al 28 de abril, participarán las ocho mejores compañías que han sido seleccionadas en la fase previa.

Una de las compañías vocacionales más antigua de Madrid es Torrearte. Este grupo, que dirige Carlos Arias, ha representado unos 25 títulos, a una media de 20 representaciones anuales. Una de las obras que mayor éxito ha tenido del repertorio de Torrearte es Viva Madrid, aunque su director destaca otras que han tenido muy buena acogida entre el público y que recuerda con cariño; entre ellas, dice Arias, está La tejedora de sueños, de Buero Vallejo, que "fue la primera que representamos".Por Torrearte han pasado más de 200 personas interesadas por el teatro de una forma u otra. Muchos lo hacen "por afición, hobby o vocación", dice un componente del grupo. Otros, añade un actor de Arlequín -otra pequeña compañía de las cuatro que existen en Torrelodones-, "lo hacemos para desarrollar otras facultades de nuestra personalidad, como el lenguaje, que después nos sirve para mejorar en nuestra vida cotidiana", o simplemente, continúa diciendo, "para buscar compañía, tener amigos, pasar el tiempo, entretenernos y divertirnos". La edad media de las personas que participan en estas actividades va de los 17 a los 65 años.

Pero también, como en el caso de Raquel Abella, de 18 años, hay jóvenes cuyo sueño es formar parte de una gran compañía y llegar a ser profesional del género. Raquel comenzó a representar obras junto a Torrearte hace cinco años, cuando tenía 13, pero antes ayudaba y seguía al grupo en todas aquellas representaciones que realizaba.

"Para mí", dice Raquel, "hacer teatro es como una necesidad". "Mi sueño", comenta mientras aguarda a que el público tome asiento en el teatro Bulevar de Torrelodones, en donde trabaja de acomodadora, "es interpretar a Doña Inés del Don Juan de Zorrilla en un gran escenario junto a profesionales".

Titiriteros

Todo lo que rodea el mundo del teatro, añade Raquel, "es muy bonito y divertido. Nosotros llegamos a los pueblos y parecemos titiriteros. Es un ambiente distinto".Pero el trabajo y las dificultades se suceden en los pequeños grupos de teatro vocacionales: pocas subvenciones y ayudas económicas, falta de continuidad de los miembros que lo componen y grandes dificultades para ensayar e interpretar en lugares adecuados son la tónica general, además de la falta de espacio para guardar decorados y vestuarios. En ello coinciden distintos directores, entre ellos el de Le Boulevard, Juan Carlos González, que representa la obra de Jorge Díaz El cepillo de dientes.

Pero en definitiva, estos aficionados que sueñan con llegar a lo más alto, además de representar su papel en el momento de levantarse el telón, antes han tenido que montar y pintar los decorados y realizar otros trabajos para hacer posible que el público -en parte amigo, en parte totalmente desconocido- pase un rato divertido. Y por qué no, quizá la presencia de algún manager distraído de los que mueven a las grandes estrellas descubra entre ellos a un actor o a una actriz y les haga posible su sueño.