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El sindicato alavés UST pide el regreso a la UGT siete años después de su escisión

Pedro Gorospe

La Unión Socialista de Trabajadores (UST) pedirá la integración en la UGT durante el 35º congreso confederal que comenzará mañana este sindicato en Madrid, siete años después de la operación que dio como resultado la expulsión de la UGT de los fundadores del PSOE en la provincia, las Juventudes Socialistas y el propio sindicato centenario. Los miembros de la ejecutiva provincial de la UST cuentan con el apoyo seguro de las federaciones de transportes y banca, seguros y oficinas. La integración devolvería, casi con toda seguridad, a la UGT a la situación anterior a la crisis, el número uno en el ranking de representatividad en Álava. Según las últimas elecciones sindicales, de las cuatro fuerzas mayoritarias, UGT ocupa el segundo lugar y la UST el cuarto.La moción aprobada por las federaciones que apoyan el ingreso recuerda el artículo 1 apartado primero de los estatutos confederales en el que se cita como objetivo de la UGT "reunir en su seno las diversas organizaciones sindicales que persigan la promoción y defensa de los intereses de clase por medio de la asociación, y que se inspiran en la lucha de clases". Acto seguido, se acuerda defender en el congreso confederal que se mandate a la comisión ejecutiva que resulte elegida para que arbitre los mecanismos necesarios que permitan la integración de la UST en la UGT. El respaldo lo han conseguido tras una campaña llevada a cabo por todo el Estado y que quieren culminar mañana día 11 con el reparto de propaganda solicitando el ingreso, durante el congreso de la Unión General de Trabajadores.

Sin embargo, no cuentan con el apoyo de un importante sector de este sindicato en Álava, que probablemente traslade el no a Madrid.

La ejecutiva de la UST critica esta postura y acusa al sector contrario a la integración de defender la política económica del Gobierno anterior a la huelga del 14-D, y de hacer seguidismo del PSOE, en contra incluso de la línea sindical que partió de la huelga.

La expulsión de los miembros de la ejecutiva provincial de la UGT, se produjo en 1983, después de varios años de diferencias. El último capítulo antes de la definitiva desvinculación obligada del sindicato socialista fue el asalto frustrado protagonizado por siete jóvenes en paro a la sede de la UGT, cuando los que posteriormente formaron UST tenían todavía el control del sindicato. Los jóvenes asaltantes firmaron días después que la operación se había montado en la sede del PSOE, donde les ofrecieron 2.000 pesetas por ir "a hacer bulto" y a "encerrarse". El PSOE alavés desmintió este extremo.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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