El viceprimer ministro italiano propone que el Ejército impida la entrada de emigrantes

La idea lanzada por el vicepresidente del Gobierno italiano, el socialista Claudio Martelli, de utilizar a las Fuerzas Armadas para impedir la entrada clandestina de emigrantes de color ha causado una gran polvareda en el país. Curiosamente, arremeten contra Martelli aquellos que hace tan sólo unas semanas habían apoyado una ley que llevaba su firma y que intentaba normalizar la situación de los cientos de miles de emigrantes "extracomunitarios" (en realidad, africanos) que residen en Italia sin permiso. La ley fue del gusto de la izquierda y el joven socialista fue alabado como paladín de la emigración negra , como fustigador del racismo. Ahora sus amigos de ayer se le han echado encima, mientras sólo le aplauden, aunque irónicos, sus enemigos acérrimos: los republicanos, que siempre se opusieron a ciertas partes de la ley por considerarla demasiado abierta.

El diario La Repubblica tituló a toda página: 'El muro de Martelli'. El comunista Pietro Ingrao afirmó: "Martelli quiere transformar a los emigrantes de color en el enemigo de la patria". Casi todos le atacan, tachando su actual intransigencia de "electoralista", ya que se sospecha que ha recibido órdenes de su partido ante el temor de que una postura blanda con los emigrantes de color en un momento de "racismo subliminal" penalice a todos los socialistas en las elecciones de mayo.