El fiscal pide que se averigüe la responsabilidad de los mandos en la muerte de un recluta

El fiscal militar, Heliodoro García, llamó ayer "la atención del tribunal" sobre la posible responsabilidad de algunos mandos en la muerte del recluta Francisco Fernández, acaecida en septiembre de 1988 en el acuartelamiento de Paterna (Valencia). Por estos hechos sólo ha sido juzgado el cabo primero José Manuel Jiménez. García recordó que la Constitución prohibe malos tratos físicos y morales sobre todas las personas. Esta evocación del fiscal se realizó en la última sesión del juicio a Jiménez.

El juicio quedó a primeras horas de la tarde de ayer visto para sentencia. El fiscal acusa al cabo de abuso de autoridad e imprudencia temeraria con resultado de muerte. Según el fiscal, Jiménez sometió al recluta a ejercicios físicos muy duros. El recluta se sintió mal y, en lugar de ayudarle, la propinó un trato denigrante. La salud de Fernández se fue deteriorando y, tras ser trasladado a fin hospital, falleció.

"Los soldados acuden a los cuarteles a cumplir el sagrado deber de servir a la patria y deben ser tratados con dignidad", señaló García. El fiscal añadió, "en nombre del recluta fallecido", que la dignidad y los derechos inviolables de las personas "son valores que el militar debe proteger". El ministerio público concluyó su informe con la petición de seis años de prisión para Jiménez.

El acusador particular, José María Merlos, se reafirmó en su petición de 20 años de prisión y elevó a 30 millones de pesetas la solicitud de indemnización. El acusador explicó que Fernández murió por las "acciones y omisiones" de Jiménez.

José Manuel Jiménez, durante el turno de última palabra, dijo: "Mi intención nunca fue insultar a nadie ni hacer mal, y siento como el más el fallecimiento del recluta". El defensor, Daniel Rodrigo, señaló que Francisco Fernández "jamás debió asistir al servicio militar, debido a su baja condición física". Por último, explicó que la causa de la muerte del recluta fue un "golpe de calor".