Daniel Day-Lewis

Durante la noche de los oscars la ciudad de Los Ángeles suele ser una sucesión de parties. Pero ayer no hubo ninguno tan emo tivo como el celebrado en un salón privado del The Beverly Hills Hotel, donde el equipo de Mi pie izquierdo celebró por todo lo alto los dos oscars conseguidos por los protagonistas del filme: Daniel Day-Lewis (mejor actor) y Brenda Fricker (mejor actriz secundaria). Day-Lewis se quejó de que la cerveza que servían en el Beverly fuera holandesa y no irlandesa, "como debería ser esta noche".Hijo del poeta Cecil Day-Lewis y de la actriz de teatro Jill Bacon, Daniel nació en Londres hace 32 años. Actor de teatro en sus comienzos, Daniel ha trabajado en los últimos años en películas tan importantes como Una habitación con vistas, de James Ivory; La insoportable levedad del ser, basada en la novela de Milan Kundera y en la que hacía el papel del cirujano checoslovaco, y Abrete de orejas, de Stephen Frears.

"Estoy muy satisfecho de este premio, pero lo que más me enorgullece es que en Irlanda están también contentos con la película y con mi interpretación de Christy Brown", comentó el actor, cuya sencillez ha calado hondo en esta ciudad sobrada de vanidad. El mejor actor de 1989 comentó a este diario que "durante las últimas semanas había intentado abstraerse de la presión que rodea estos premios", pero confesó que no lo consiguió. "Al final te imbuyes en esta dinámica y empiezas a preguntar a un lado y a otro lo que se está diciendo, quién es,el favorito y cuántas posibilidades tienes".

Entre los admiradores que se le acercan, dos caras conocidas: Bob Geldof, el organizador del histórico concierto por África, y Kenneth Branagh, el director protagonista de Enrique V, quien no pronunció palabra al guna cuando alcanzó a Day-Lewis, simplemente le besó en la frente. El mejor actor de 1989 sonrió espontáneamente cuando uno de los miembros de su equipo le comentó algo al oído: "Debo dejarles un instante porque mi familia me está llamando desde Inglaterra".