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REFERÉNDUM SOBRE EL TRÁFICO

Los convocantes de la consulta popular tienen "expectativas estimulantes" de lograr 100.000 votos

JESÚS DUVA Tras dos breves semanas de campaña, a las diez de la mañana de ayer se inició el referéndum informal convocado por la coalición Izquierda Unida y diversas asociaciones sobre el tráfico en Madrid y para pedir medidas restrictivas de la circulación privada. Los promotores de esta iniciativa han invertido 10 millones de pesetas, han movilizado a 4.000 personas y han instalado unas 500 mesas para recoger las votaciones. A media tarde de ayer, fuentes de Izquierda Unida dijeron que el nivel de participación estaba siendo "bueno", pese a que en unos distritos no se habían montado las mesas previstas.

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El centro de atención sobre el insólito referéndum, calificado de casero por los propios organizadores, estaba situado en la plaza de la Villa, donde Izquierda Unida dispuso cuatro mesas para la recogida de las votaciones. Entre las primeras personas que acudieron a depositar su papeleta estuvieron Marcelino Camacho y Antonio Gutiérrez, presidente y secretario general de Comisiones Obreras, respectivamente. También se acercaron allí los diputados Nicolás Sartorius y Pablo Castellano, así como el director de cine Juan Antonio Bardem.Los convocantes del referéndum, que finaliza a las dos de la tarde de hoy, aseguran que han instalado 550 urnas por todos los distritos de la ciudad. Esto ha obligado a movilizar a unas 4.000 personas, "a las que no se les paga ni un duro", según IU.

A media tarde de ayer, la jornada se estaba desarrollando con total normalidad. Francisco Herrera, concejal de IU en el Ayuntamiento de Madrid, se mostró muy satisfecho del índice de participación, aunque dijo carecer de datos exactos, debido a la precariedad de medios técnicos. No obstante, Herrera adelantó que en las mesas instaladas junto al Ayuntamiento habían votado unas 3.000 personas.

El balance definitivo del referéndum no se conocerá hasta las once de la mañana del lunes, pero los organizadores confían en facilitar avances a partir de las seis de la tarde de hoy. Izquierda Unida espera lograr 100.000 votos para tener "un aval moral de la sociedad madrileña para volver a la carga y hacer que la Administración dé un giro radical a la política del transporte".

En la papeleta de la consulta hay dos preguntas. La primera interroga al votante si es partidario de dejar las cosas como están o bien si cree que hay que hacer fuertes inversiones para potenciar el transporte público, restringiendo el uso del vehículo particular. La segunda pregunta se refiere a si el Ayuntamiento debe convocar un referéndum oficial sobre el tráfico.

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El concejal Francisco Herrera declaró a EL PAÍS: "Yo creo que esta iniciativa va a abrir la puerta en España a los referendos de ámbito local, que es una costumbre democrática existente en Europa. Porque la ley de Régimen Local dice claro que se puede preguntar a los ciudadanos sobre cualquier cosa, excepto sobre las cuestiones de hacienda".

Votos de manifestantes

Poco antes de la una de la tarde, varios miles de trabajadores de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) llegaron en manifestación a la plaza de la Villa como forma de expresar sus reivindicaciones laborales. Una hora después, al disolverse la concentración, "varios cientos de trabajadores votaron en las urnas", según fuentes de IU.

A la misma hora, el alcalde Agustín Rodríguez Sahagún declaraba en conferencia de prensa que ha remitido sendas cartas al presidente del Gobierno, Felipe González, y al ministro de Obras Públicas, Javier Sáenz Cosculluela, exigiendo "la urgente reunión" de la comisión de planificación del quinto cinturón, al que califica de "totalmente imprescindible", puesto que en el futuro será la verdadera circunvalación.

"No existe en el Gobierno de la nación", añadió Rodríguez Sahagún, "una voluntad política de afrontar los problemas de infraestructura de Madrid, y todo parece quedarse en palabras"

Los organizadores de la consulta popular informaron ayer tarde que había "un goteo en gente" en las mesas instaladas por toda la ciudad, lo que hace que "las expectativas sobre el resultado final sean bastante estimulantes". La afluencia estaba siendo más elevada en el centro de la ciudad que en la periferia, aunque en Vallecas y Latina la participación era aceptable.

Un ama de casa del barrio de La Elipa puso cara de extrañeza cuando un redactor de este periódico le preguntó si pensaba votar en el referéndum sobre el tráfico. Luego aceleró el paso y dijo que no sabía que ayer hubiera "elecciones".

"Somos conscientes de que con la campaña tan corta que hemos hecho no se han enterado todos los madrileños. Éste es un referéndum informal, y a quien estamos llegando, lógicamente, es a las personas más informadas", reconoció Herrera.

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