PEBSA propone a sus acreedores capitalizar créditos y pagar con activos para levantar la suspensión de pagos

La empresa Pesquerías Españolas del Bacalao (PEBSA) ha elaborado un plan de viabilidad para superar la crisis que le ha llevado a la suspensión de pagos y que se basa en tres puntos claves: reestructuración de la deuda, participación en proyectos pesqueros en países con caladeros y desarrollo de una red comercial. El plan, que ha sido puesto en marcha por los responsables del grupo Pleamar, principal accionista de PEBSA, servirá de apoyo para levantar la suspensión de pagos y, previamente, volver a cotizar en bolsa.En la primera parte del plan de viabilidad se propone a los acreedores capitalizar créditos. Además la empresa intenta amortizarlos con la venta de activos y, en último caso, refinanciarlos con la aplicación de alguna quita o medida similar.

Al mismo tiempo ha puesto en marcha negociaciones para introducir sus proyectos en países donde trabaja. En ese sentido, tiene previsto constituir empresas mixtas para poder operar en los caladeros de Argentina, Chile, Namibia y otros lugares ricos en la pesca de merluza, calamar y bacalao. Y, como punto (le apoyo imprescindible, quiere mejorar sustancialmente la red comercial, lo que le permitirá mejorar los precios.

Este plan fue desvelado ayer en una conferencia de prensa en la que se explicó la situación de la empresa y la presentación de la suspensión de pagos. Según José Alberto Barreras, presidente de Pleamar, este grupo intentó comprar el crédito a la Caja de Ahorros Municipal de Vigo a cambio de unos activos. A pesar de que se hicieron cuatro ofertas distintas, según Barreras, no se alcanzó un acuerdo en la valoración de los mismos.

Vuelta a bolsa

Pleamar, que tiene el 36% de PEBSA, espera retomar las negociaciones y levantar en breve plazo la suspensión. Antes, según Barreras, podrá cotizar de nuevo en bolsa. Para ello, se ha presentado toda la documentación sobre la empresa en la Comisión Nacional del Mercado de Valores, órgano que debe autorizar su vuelta a los mercados.

La suspensión de pagos de PEBSA se produjo al no poder hacer frente a un pasivo de 10.000 millones de pesetas, de los que el 90% correspondía a deuda bancaria. PEBSA y, en su nombre, Pleamar negociaron con los distintos acreedores el aplazamiento de los pagos. Sin embargo, la Caja de Ahorros Municipal de Vigo, a la que debe cerca de 600 millones, no aceptó las condiciones y presentó un ejecutivo que llevó a la suspensión.

La entidad viguesa es, junto a la Caixa de Aforros de Galicia y Caja Pontevedra, el principal acreedor. Juntos suman en torno al 25% de la deuda, basándose la deuda en créditos hipotecarios.