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Caos en los calabozos de plaza de Castilla durante el fin de semana

Los calabozos de los juzgados de plaza de Castilla se vieron colapsados este fin de semana debido a la huelga que han secundado los funcionarios de prisiones en protesta por el atentado en el que murió el funcionario Angel Mota, según han denunciado los familiares de los detenidos. Estos calabozos están preparados para una estancia máxima de 24 horas.

La imposibilidad de recibir a los presos en las carceles donde los funcionarios secundaban la huelga, los centros penitenciarios de Carabanchel y Alcalá-Meco, impidió que muchos de los reclusos fueran trasladados desde plaza de Castilla, por lo que se vivieron momentos de tensión a lo largo de estos dos últimos días.

Uno de los afectados fue José Martín Gálvez, de 23 años, detenido el pasado miércoles por circular ebrio y en dirección contraria desde Torrejón hasta, Madrid (unos 20 kilómetros). Sus familiares desconocían ayer si ya había sido trasladado a la cárcel de Carabanchel, en cuyas oficinas nadie contestaba el teléfono.

Los detenidos de Plaza de Castilla han estado estos últimos días "hacinados de seis en seis en pequeñas celdas, durmiendo en el suelo, sin colchones ni mantas, y comiendo un mendrugo de pan y una naranja", ha denunciado Ángeles Barba, esposa de uno de ellos, quien le contó que cuatro de sus compañeros se habían cortado las venas en su presencia. "Yo vi la sangre por toda la celda, desde la ventana iluminada", dijo.

"Ayer tuvieron que soltar a gente que había cometido atracos y llevaba cientos de gramos de caballo, porque ya no había donde meterla", afirmó, extremo que no ha podido ser confirmado, ya que los equipos de guardia de los juzgados cambian cada día.

Normalización

"Hoy se ha normalizado la situación", indicó ayer la juez titular del juzgado de instrucción número 5, que explicó que a partir de las diez de la mañana había cursado las oportunas órdenes de traslado a las respectivas cárceles. "Deben haber interrumpido la huelga, o están de servicios mínimos, porque los han recibido a todos", aseguró.

Uno de los guardias civiles que custodian la entrada a estos calabozos confirmó que la huelga de funcionarios "se notó mucho" en estas dependencias. "Pero ahora todo está tranquilo", concluyó.

Angeles Barba admitió la "aparente" normalidad del domingo. "En un par de horas empezaron a salir furgonetas cargadas de presos, yo vi salir las dos últímas, y hasta nos han contado que les han dado un filete para comer. Ahora son los guardias civiles los que hacen el papel de los funcionarios, pero ayer el caos era total", insistió.

La situación en las cárceles de Alcalá-Meco y Carabanchel se normalizó a lo largo del día de ayer, señalaron fuentes penitenciarlas, lo que impidió que se complicase más la situación de los calabozos de los juzgados de plaza de Castilla.

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