Mal género
Los novileros no pudieron lucirse porque tenían mal género. Es cierto que tampoco pusieron demasiado de su parte, pues cuando el género salió bueno, no se llegaron a lucir. Así, al primer novillo, que era bueno, Joselillo de Colombia lo toreó mal, dicho sea sin disimulo. Así, Víctor Manuel Blázquez no aprovechó las embestidas pastueñas que a ratos sacó el tercero."Es muy difícil esto del toreo", suelen decir los taurinos, entre sacando de los arcanos de la ciencia táurica algunas de sus verdades axiomáticas. A veces prefieren expresar esa verdad axiomática en otra versión y dicen: "Esto del toreo es muy difícil". Los taurinos tienen la virtud de que son muy amerios. Y ade más conocen las verdades axiomáticas de la ciencia. táurica al dedillo. En realidad no son muchas: esa, "el toro aprieta para los adentros", y pocas más, que resultan suficientes para ir por el mundillo pisando fuerte. Frecuentemente aciertan, claro, y ayer mismo tuvieron en el ruedo el ejemplo de lo dificil que es esto del toreo. A novilleros prometedores -caso de Jocho y Blázquez-, les desanimaban los novillos, que serían deslucidos pero no tanto como pregonaos, y por si fuera poco, estaba entre el peonaje de las cuadrillas Luciano Núñez, un joven matador de alternativa.
Arjona / Joselillo, Jocho, Blázquez
Tres novillos de Sánchez Arjona, terciados, de juego desigual; 2º, 4º y 6º del Jaral de la Mira, grandes y deslucidos. Joselillo de Colombia: pinchazo y media (palmas y sale al tercio); estocada y descabello (palmas y saludos). Jocho II: dos pinchazos bajos, estocada atravesadísima que asoma y tres descabellos (aplausos y saludos); tres pinchazos muy bajos, otro pinchazo, estocada corta atravesada, descabello -aviso- y cinco descabellos (silencio). Víctor Manuel Blázquez: pinchazo, otro hondo ladeado y dos descabellos (aplausos y salida al tercio); seis pinchazos y cuatro descabellos (silencio). Plaza de Valencia, 13 de marzo. Cuarta corrida fallera.
Ni un año hace que Luciano Núñez toreaba a gusto un toro en esta plaza, le cortaba la oreja, y se recuerda cómo dió la vuelta al ruedo en compañía de su hijo, un chiquitín muy simpático que sa ludaba al público imitando a su papá, Mucho les aplaudieron aquellla tarde a los dos. Núñez valenciano, estimable torero triunfador entonces, apenas tuvo contratos después; ni siquiera en el coso histórico de su patria chica. Muy difícil está el toreo, sí, porque hace falta saber lidiar en el ruedo y en los despachos. De manera que Luciano Núñez, estimable torero en los ruedos y se guramente en los despachos un petardo, vistió ayer terno grana y azabache con fulgores de lentejuelas verdes y salió a las órdenes de Víctor Manuel Blázquez, para emplearse en la brega y en banderillas si fuera menester.
No fue menester que cogiera las banderillas Luciano Núñez pues lo hizo su jefe, y más le habría valido al jefe no cogerlas porque se alivió en las reuniones, falló algunos pares y ofreció una mediocre interpretación del arte de banderillear. Con la muleta embarcó a su primero en bonitos naturales ayudado con la espada, después hizo tremendismo rodilla en tierra y mató regular. El sexto probaba la embestida, o se quedaba en la suerte, o iba al bulto, o todo a la vez, y naturalmente Víctor Manuel Blázquez bastante hizo con intentarle pases por ambos pitones.
Jocho toreó correctamente sobre ambas manos al segundo y mucho por la izquierda al quinto, y se echaba de menos el arte, e incluso un poquito más de vibración le hubiera bastado para dar sustancia a las suertes. Joselillo peleó valientemente con el cuarto y no perdió los papeles a pesar de que ese novillo -hierro Jaral- grandón y descastado, embestía incierto y hasta le pegó una colada tremenda. Dentro de lo malo, peor resultó lo del Jaral que lo de Sánchez Arjona, divisa titular, lo cual no es que sea un consuelo pero sirve para reafirmar que es muy dificil esto del toreo, verdad de la ciencia táurica que, por axiomática, no necesita demostración.
Babelia
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