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Carlos Cano: "Cualquier discurso serio tiene un desierto que atravesar"

El cantante inicia hoy sus recitales en Madrid

A medio camino entre la copla andaluza y el cantautor, Carlos Cano comienza hoy, en el teatro Alcalá Palace cuatro días de recitales en los que presentará su último disco, Ritmo de vida. Atrás quedaron años difíciles, que el músico recuerda cuando afirma: "Cualquier discurso serio tiene un desierto que atravesar".

Carlos Cano comienza con palabras, entre el recuerdo y el homenaje, a la cantante portuguesa Amália Rodrigues. Después llegan otras para Edith Piaf y Billie Holiday. Tres mujeres que encontraron en la música una razón para la felicidad. Y el cantante quiere dejar bien claro que se identifica con ellas, antes de recordar tiempos difíciles. "He pagado precios que no merecía por actitudes políticas no compartidas. He pagado el precio de la verde y blanca en mi propia tierra, que tiene delito, pero no he hecho el tonto. Cualquier discurso serio tiene un desierto que atravesar".Desde que en 1975 grabó su primer disco, Carlos Cano ha recorrido un largo camino en busca de la esencia musical andaluza, sin renegar de su condición de cantautor. "Hay que mantener la rebeldía", afirma. "Tengo el placer físico de conservar el orgullo y la dignidad en un país que no sabe oír su silencio. Y el silencio es lo más importante de una partitura". Y el músico granadino, de 44 años de edad, se lanza en defensa de una raíz andaluza que mantiene en Ritmo de vida, su último disco. "Llegó un momento en el que sentí que debía dejar de hablar y hacer justicia a la copla andaluza con tres objetivos: la belleza permanente de lo clásico, el reconocimiento de mi memoria y una posición crítica ante la vida".

La utilización de un grupo de cuerda pulsada, cercano a la rondalla, es una de las aportaciones de Carlos Cano a una nueva manera de presentar la copla andaluza. "Creativamente no tengo ninguna presión. Nunca he trabajado para la profesión y mi concepto del éxito no es otro que el trabajo bien hecho. Esto me ha permitido sobrevivir en momentos difíciles".

Y Carlos Cano termina con otra defensa vehemente de la cultura andaluza, uno de sus temas preferidos: "Más que conciencia, Andalucía tiene sentimiento. No tenemos fábricas pero tenemos compás y esto es la cultura esencial. Andalucía es la capacidad de dualidad: el infierno y la gloria, Paquirrín y Cernuda. El tópico llega cuando se sublima lo andaluz y se da una imagen parcial con vocación de total. Andalucía es una cultura contrastada y universal, con nombres y apellidos. Hoy se ha superado el peligro de la pérdida de memoria, que acechaba hace algunos años, porque, como dice Antonio Gala, si no se avanza recordando, se tropieza".

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