La autocartera del Hispano representa el 4,5% del capital

La autocartera del Banco Hispano Americano al terminar el pasado ejercicio se situaba en el 3% del capital de la entidad, afirmó ayer el presidente del banco, Claudio Boada, quien añadió que "desde entonces este porcentaje se ha ampliado en 1,5 puntos". La ley de sociedades anónimas impide que el volumen de autocartera máximo para las sociedades que cotizan en bolsa supere el 5%.Fuentes del banco señalaron que a este porcentaje, muy cerca del límite máximo, se ha llegado después de que en las "últimas semanas se haya materializado una operación de colocación de 1,5 millones de acciones del banco entre los empleados con un descuento sobre el precio de bolsa de aquel momento de cierta importancia y con la posibilidad ,de adquirir las acciones con un crédito concedido por la entidad".

De otra forma el Hispano habría superado el 5% de límite o se habría Visto imposibilitado a adquirir el papel que ha ido saliendo a la bolsa. El presidente del Hispano señaló que en la actualidad se ha puesto en circulación una emisión de bonos canjeables, cuya primera opción de conversión se llevará a cabo antes del verano, lo que permitirá reducir el actual volumen de autocartera.

Claudio Boada, presidió ayer la junta general de accionistas de la entidad que, en términos consolidados, obtuvo en 1989 unos beneficios antes de impuestos de 60.813 millones de pesetas -de los que a intereses minoritarios corresponden 3.644 millones-, que representan un crecimiento del 18,2%, sobre el año anterior.

Los beneficios del último ejercicio no están prácticamente influidos por la materialización de resultados atípicos, mientras que en 1988, los obtenidos por la venta del Banco Urquijo Unión y la salida a bolsa de una parte del capital de la corporación financiera Hispamer, supusieron más de 33.000 millones de pesetas de plusvaslías generadas.

Los resultados antes de provisiones y amortizaciones se situaron en 109.000 millones de pesetas, inferiores a los del año anterior, pero como consecuencia de la disminución de los resultados extraordinarios.

Junto a ello, a provisiones y amortizaciones se destinaron poco más de 48.000 millones de pesetas en 1989 mientras que en 1988 superaron los 80.000 millones de pesetas.

Presidencia

Claudio Boada eludió hacer ninguna referencia concreta sobre si seguirá o no al frente del Hispano a partir del mes de junio, cuando cumple 70 años de edad, límite actual establecido por el consejo de administración de la entidad para ser presidente. Boada afirmó que "hasta el consejo del 14 de junio -fecha que, curiosamente coincide con la de mi cumpleaflos- no se tomará una decisión y que en todo caso, será el consejo en esa fecha quien la anuncie formalmente".De todas formas, anunció que no dejará el consejo "ya que la edad de jubilación de los consejeros, no del presidente, es de 75 años". "Cuando se acerque la fecha" continuó, "me reuniré con cada uno de los consejeros e iremos viendo qué es lo mejor para la entidad. Una vez hecho esto, haré una propuesta al consejo y éste decidirá finalmente".

La junta general de accionistas aprobó distribuir entre los accionistas un dividendo de 200 pesetas con cargo al ejercicio de 1989, frente a las 170 del año anterior, lo que representa un crecimiento superior al 17%.