El accidente del cohete Ariane podría retrasar el lanzamiento del Hispasat

La explosión del cohete europeo Ariane, ocurrida la madrugada del viernes, apenas dos minutos después de haber sido lanzado desde la base de Kourou (Guyana francesa), podría retrasar el lanzamiento de los dos satélites del sistema español Hispasat, previsto para 1992. La dirección de Arianespace decidió ayer suspender los lanzamientos "durante algunos meses", hasta que se descubran las causas exactas del accidente.

Frederic d'Allest, presidente de Arianespace, estimó en 300 millones de dólares (33.000 millones de pesetas) las pérdidas totales provocadas por la catástrofe. D'Allest se mostró optimista ayer sobre la posibilidad de resolver rápidamente el problema técnico que ha dado lugar a la catástrofe, aunque no indicó las razones de su optimismo. En dos meses, señaló, la comisión formada para investigar la catástrofe, tendrá terminado su informe.Fuentes directivas de Arianespace dijeron a EL PAÍS que todavía es pronto para saber con exactitud si el lanzamiento de los satélites Hispasat sufrirá algún retraso. depende", señalaron, tiempo que esté paralizado el programa y de las posibilidades que tengamos cuando se reanuden los lanzamientos de ganar el tiempo perdido". Al día 7 de febrero, fecha en la que se firmó el contrato definitivo de Hispasat con Arianespace, la cartera de pedidos de la empresa propietaria de los cohetes incluía 34 satélites que estaban por lanzar, aunque algunos para fechas posteriores a 1992. El último fracaso en un lanzamiento del Ariane, ocurrido el 31 de mayo de 1986, obligó a la suspensión del programa de vuelos durante 16 meses.Un portavoz de la sociedad española Hispasat dijo que esperan que este fracaso no afecte al lanzamiento de los satélites españoles, sobre todo tras las declaraciones alentadoras de Frederic D'Allest, en el sentido de que el retraso que se origine por la explosión podrá ser recuperado en un plazo de 10 a 12 meses"."Afortunadamente", manifestó el portavoz, "la catástrofe ha sucedido cuando todavía hay un margen relativamente grande. Vamos a insistir, no obstante, en que ahora nos coloquen en posición preferente en el programa modificado de lanzamientos". También señaló que la elección del Ariane se debió a su elevado margen de seguridad.

Alerta en la población

El cohete hizo explosión a los dos minutos de su lanzamiento, a unos 9 kilómetros de altura, debido a que disminuyó bruscamente la presión en dos de los cuatro motores Viking de la primera fase, lo que provocó una presión dinámica que causó la destrucción del lanzador junto con su carga, dos satélites de comunicaciones propiedad de empresas japonesas.Por razones de seguridad, la población de Kourou. y los invitados y periodistas presentes en el lanzamiento tuvieron que mantenerse en lugares cerrados hasta una hora después de la explosión, como medida de precaución ante la posibilidad de que hubiera gases venenosos en la atmósfera.El cohete destruido era la versión más potente de que dispone actualmente la empresa, la 44L. Este modelo se había ya lanzado dos veces anteriormente con éxito. El Ariane llevaba una racha de 17 lanzamientos sin incidentes dignos de mención, aparte de retrasos por diversas causas técnicas.Precisamente el lanzamiento del viernes se había retrasado varios meses debido a que el terremoto ocurrido en San Francisco a finales del año pasado afectó a tino de los dos satélites que debía poner en órbita, construidos por compañías estadounidenses.En la catástrofe la empresa japonesa Space Communications Corporation (SSC) perdió un satélite de comunicaciones del tipo Superbird, que debía completar su red, mientras que la empresa Nippon Hoso Kyokal perdió uno de televisión directa, el BS-2X.