El Gobierno no regulará la cláusula de conciencia para evitar que parezca "un ataque a la Prensa"

Los grupos de la oposición mostraron ayer su decepción ante el inesperado cambio del PSOE que impidió tomar en consideración una proposición de ley para regular la cláusula de conciencia para los periodistas. La "coyuntura política", con enfrentamientos entre Prensa y Gobierno, tiene mucho que ver con este rechazo a regular esa ley para que no se interprete, según el PSOE, como una medida de fuerza contra las empresas periodísticas. Dirigentes del PSOE dijeron que hoy resulta más conveniente que los conflictos entre periodistas y sus empresas "las diriman los tribunales".

Oficialmente en el pleno del Congreso de ayer el representante del PSOE Joan Manuel del Pozo proclamó que su grupo defiende sin paliativos la libertad de expresión y que el hecho de que no se regulara esta materia no suponía "indefensión" para los profesionales porque la práctica está demostrando que en caso de conflicto "se aplica directamente la Constitución". El alegato de Del Pozo a favor de la libertad de expresión no fue, óbice para que el grupo socialista votara en contra de la torna en consideración de estas dos proposiciones de ley orgánica sobre cláusula de conciencia y secreto profesional que había defendido el diputado de Izquierdas Unida-Iniciativa per Catalunya, Ramón Espasa, que tuvo el apoyo de todos los grupos parlamentarios de oposición.No pasó desapercibida la fecha del pasado 9 de mayo, cuando el Congreso votó por unanimidad la toma en consideración de una proposición de ley idéntica también defendida por Ramón Espasa. Esta figura no llegó a regularse por la disolución anticipada de las Cortes y la convocatoria de elecciones generales, lo que reglamentariamente lleva a que decaigan todas las iniciativas no tramitadas totalmente.

Enrarecimiento

Los portavoces se preguntaron qué había ocurrido desde mayo del año pasado hasta ahora y más concretamente desde el 1 de febrero, fecha en la que el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, compareció en la Cámara para defenderse de sus responsabilidades políticas en relación con el enriquecimiento de su hermano Juan. Para la oposición, desde esa fecha se ha producido un enrarecimiento en las relaciones de medios de comunicación y el Gobierno .y no se olvidó citar las acciones judiciales contra algunos medios de comunicación.En el caso de la cláusula de conciencia, las empresas periodísticas se verían obligadas a indemnizar a los periodistas si cambiaran su orientación ideológica y a los profesionales se les produjera una situación de incomodidad que les obligaría a abandonar ese trabajo. En el caso del secreto profesional, los socialistas han dicho ya desde hace mucho tiempo que no estaban dispuestos a regularlo ante "la falta de acuerdo" de los sectores implicados.

El ministro de Relaciones con las Cortes, Virgilio Zapatero, tuvo que escuchar muchos recordatorios de las palabras que apenas hace dos semanas pronunció en referencia al programa electoral de su partido en el que figuraba la regulación de la cláusula de conciencia. Alejandro Muñoz Alonso, del PP, aseguró que en esa ocasión le produjo "alarma" que el ministro recordara la regulación de la cláusula de conciencia inmeditamente después de hablar de "ciertas formas de mal nutrición informativa, ligereza y frivolidad" como nota característica de algunos medios de comunicación.

Por otro lado, el pleno rechazó ayer una proposición de ley del Grupo Popular para que el Gobierno enviase antes de un mes un proyecto que establezca el cumplimiento íntegro de las condenas a los miembros de bandas terroristas.

La Cámara Baja rechazó también la toma en consideración de una iniciativa de CiU por la que se pretendía modificar la ley del Régimen Electoral Central para establecer circunscripciones electorales de ámbito autonómico en los comicios al Parlamento Europeo.