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Reportaje:GENTE

Kiko Kawashima

Cursos intensivos de educación real para una plebeya japonesa

Un día de principios de verano de 1986, el príncipe Aya, hijo segundo del emperador japonés Akihito, preguntó a la plebeya Kiko Kawashima si quería ser su novia. Allí se fraguó lo que promete ser, a finales del próximo junio, la boda del año en Japón, y el anticipo de las fastuosas fiestas de coronación de Akihito en noviembre.Kiko es una atractiva y simpática joven de 23 años -unos meses menor que su futuro marido-, que realiza cursos de posgraduado en Psicología Social en la universidad Gakushuin de Tokio. El príncipe Aya se licenció en Derecho en ese centro y está a punto de completar una licencialtura en Zoología en Oxford. El padre de Kiko es profesor de Economía en la misma universidad de Gakushuin.

La pareja anunció su noviazgo en agosto del año pasado en una insólita conferencia de prensa. El compromiso matrimonial quedó oficialmente formalizado el pasado 12 de enero con el regalo por parte de los padres del novio de dos pescados, seis botellas die sake (licor de arroz) y tres rollos de seda, siguiendo la tradición de las familias de samuráis. El príncipe Aya ha imitado a su padre, quien hace 30 años eligió como esposa a una joven ajena al mundo de la nobleza, la emperatriz Michiko.

Pero entrar a formar parte de la familia más exclusiva de Japón exige una serie de etiquetas que Kiko está obligada a cumplir. La futura princesa comenzó el pasado martes un curso intensivo de 28 horas de educación real. Un automóvil oficial la recoge todos los días a las nueve de la mañana en la puerta de su casa, que se encuentra en la universidad de Gakushuin, y la lleva hasta las dependencias de los archivos del Palacio Imperial, donde 30 minutos después recibe una clase de una o dos horas a cargo de varios tutores.

El curso durará hasta el próximo 8 de marzo, y durante todo ese tiempo la joven seguirá lecciones sobre ritos sintoístas, el sistema imperial, las actividades de la familia del emperador, el funcionamiento de la Casa Imperial, la Constitución y la historia japonesas, y odas y caligrafía tradicionales. Kiko ha sido liberada de lecciones de inglés, por tener ya conocimientos de ese idioma. Durante su infancia vivió con sus padres en Estados Unidos y luego en Austria.

Una vez casados, Kiko y Aya se alojarán temporalmente durante dos o tres años en una casa de madera de 105 metros cuadrados ubicada dentro del amplio perímetro del palacio de Akasaka, hasta que se termine la construcción de otra mucho más grande en una zona de Tokio.

Akasaka es por tradición la residencia oficial del príncipe heredero. Ha sido el hogar de Akihito y de su familia mientras vivió su padre, el emperador Hirohito, llamado ahora emperador Showa, fallecido en enero de 1989, y seguirá siéndolo hasta que Akihito sea coronado el próximo mes de noviembre. Akihito, la emperatriz Michiko y la princesa Nori, de 19 años, la menor de sus tres hijos, se trasladarán entonces al Palacio Imperial, mientras que su hijo mayor y príncipe heredero, Naruhito, soltero y sin compromiso, que ayer viernes cumplió 30 años, se convertirá en el único morador del palacio de Akasaka.

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