Las tropas del general Aoun atacan el feudo de las Fuerzas Libanesas en Beirut

La incursión de los soldados del general Michel Aoun en el barrio beirutí de Ain Rumane, uno de los feudos tradicionales de la milicia de las Fuerzas Libanesas (FL), ha alejado aún más si cabe cualquier esperanza de arreglo político en el conflicto intercristiano que desde hace 18 días se vive en Líbano. Ayer, tras una de las jornadas más duras de combates, el Ejército había logrado aislar por completo esa barriada.

La nueva situación creada provocó que 18 combatientes rivales heridos el día anterior se vieran obligados a buscar auxilio médico al otro lado de la línea verde, en el sector oeste de Beirut, controlado por Siria.El destino de los 18 milicianos de las FL no deja de ser paradójico. Enemigos acérrimos de todo lo que huela a sirio, se ven ahora amparados por los soldados de esa nacionalidad, que montan guardia a la entrada de sus habitaciones en el hospital Americano de Beirut. Pero todos los afectados por los combates no han tenido la misma suerte. Ni siquiera las ambulancias de la Cruz Roja libanesa pudieron penetrar ayer en las calles de Ain Rumane para evacuar a las víctimas de los enfrentamiento s.

Tampoco era posible actualizar ayer el saldo mortal de la nueva batalla, pues la ausencia de líneas telefónicas y el caos reinante en los hospitales del sector Este de Beirut lo impedía. Hasta donde se sabe, 545 personas han resultado muertas, y cerca de 2.000 heridas en esa guerra por el control de los 1.000 kilómetros cuadrados que constituyen el llamado país cristiano. "Estamos en pleno frente de batalla. No podemos seguir funcionando", declaró ayer al borde de la desesperación un responsable del hospital Hotel-Dieu, sobre cuyas instalaciones cayeron una veintena de proyectiles de artillería.

"El Ejército del general Aoun no logrará entrar aquí hasta que no haya matado al último habitante", aseguraba en la noche del jueves el líder de las FL, Samir Geagea, quitando importancia a la operación sobre Ain Rumane. La misma actitud obstinada parece estar siendo aplicada en el resto de las zonas enfrentadas. La suerte de la población civil no cuenta para nada. En la colina de Acherafie, otro de los lugares de combate privilegiado, las FL han instalado sus piezas de artillería entre edificios de viviendas, para asegurarse una protección suplementaria.

Se calcula que en las pasadas dos semanas un 10% de la población del enclave cristiano, con una población total de unos 750.000 habitantes, ha abandonado sus hogares en dirección a otras zonas del país o al extranjero.