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El 'guía' de Ceis dice que la acción de los Mossos fue una, operación de imagen

Blanca Cia

Vicente Lapiedra Cerdá, guía de la secta Ceis, manifestó ayer que la acción de los Mossos d'Esquadra contra los seguidores de la secta fue una operación de imagen, en el juicio que se celebra en la Audiencia de Barcelona contra ex altos cargos de la policía autonómica catalana acusados de detener ilegalmente a siete adeptos a la secta.

"La operación Mesías", tal como denominó Lapiedra a la intervención de los Mossos contra la secta, "fue una campaña de imagen muy interesante para la Generalitat, sobre todo para resaltar el efecto psicológico de la primera labor de los Mossos", afirmó el líder de la Ceis en una conferencia de prensa. Lapiedra negó haber inducido a la prostitución a las mujeres de la secta, término que, por otra parte, rechazó.En el informe elaborado por los Mossos se señalaba que Lapiedra dominaba la voluntad de sus seguidores. Él negó este extremo, a la vez que subrayó que se trataba de amigos suyos y no de adeptos a una secta. "Hay personas que me quieren", dijo. El guía explicó que Ceis era un centro de estudios esotéricos y él era quien lo dirigía. Lapiedra definió el esoterismo como "tener fe en algo que no se sabe qué es".

Lapiedra vive de rentas, según reconoció. "Mis padres me donaron en vida ocho casas en La Floresta, un piso y cuatro tiendas de Barcelona. Por todo ello tengo unos ingresos mensuales de 300.000 pesetas. Y con eso voy tirando", dijo.

Los siete denunciantes de los Mossos se definieron como un grupo de personas que mantiene una simple relación de amistad con Lapiedra.

Pese a que los siete negaron pertenecer a la secta, uno de ellos, Javier Bruna, manifestó: "Ser un sectario no es delito. No se puede juzgar a nadie por pertenecer a una secta".

Los seguidores de la Ceis negaron reiteradamente las conclusiones de la investigación de los Mossos, negativas que, en alguna ocasión, se produjeron en un tono airado. "Yo no vivo ni he vivido con Vicente Lapiedra", dijo una de las seguidoras, "frecuento su casa como cualquiera puede ir a casa de sus amigos".

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Los siete miembros de la secta Ceis que ayer manifestaron haber sido detenidos de forma ilegal por los Mossos d'Esquadra coincidieron en los mismos argumentos. Un solo testimonio hubiera sido suficiente. "Después de salir de las oficinas de la l)¡rección General de Seguridad Ciudadana, me metieron en un coche oficial, con un mosso a cada lado en el asiento trasero", explicó Elena Riera, una de las denunciantes. "Al llegar al hostal, salieron cinco gorilas y, tras vendarme los ojos, me llevaron a un cuarto pequeño. Allí, pusieron una música muy fuerte, estridente. Encendieron un foco dirigido hacia mi cara y me empezaron a insultar", contó. De igual modo, señalaron que la desprogramación era un "lavado de cerebro".

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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