Las eléctricas ganarán 10.000 millones más tras la decisión de Industria de modificar el concepto de año hidráulico medio

El Ministerio de Industria y Energía ha accedido finalmente a la petición que de forma reiterada le han planteado las compañías eléctricas, en el sentido de que revisara el concepto de año hidráulico medio. Dicho concepto se contiene en el marco legal y estable y es uno de los elementos que interviene a la hora de fijar el incremento anual de la tarifa.

El argumento empleado por las empresas del sector -que con la citada modificación ganarán tinos 10.000 millones de pesetas adicionales-, es que la estimación del año hidráulico medio realizada por los responsables de la Administración energética española, no está respondiendo a la evolución real de la hidraulicidad a lo largo de los últimos años.

El desfase entre el valor teórico estimado y la hidraulicidad real registrada, ha llevado a las compañías eléctricas cuyo potencial de crecimiento se basa en la producción de origen hidroeléctrico -Iberduero, Hidrola, Unión-Fenosa y Enher, principalmente-, a plantear al Ministerio de Industria la necesidad de un cambio de criterios.

Marco de referencia

A finales del pasado año, y tras algunos dictámenes previos, la Secretaría General de la Energía, que dirige Victor Pérez Pita, remitió al Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU) un informe que servirá como marco de referencia para el cálculo del nuevo concepto de año hidráulico medio. Dicho informe intenta lograr una coordinación entre los intereses del sector eléctrico y las líneas maestras que inspiran el llamado Plan Hidrológico Nacional que elabora el MOPU. En el citado plan se determinarán las prioridades con relación a los diferentes usos del agua, especialmente en lo que se refiere a la cuantificación de los consumos humanos e industriales.El año hidráulico medio, de acuerdo con el marco legal y estable, está fijado en 33.475 millones de kilovatorios/hora, cifra que constrasta con los 19.600 millones de kilovatorios/hora en que se cifró la producción hidroeléctrica en el conjunto del año 1989. Es decir, que la diferencia entre lo inicialmente previsto y lo que de hecho se produjo es de 13.875 millones de kilovatios/ hora. Esto, traducido en pesetas, son los 55.500 millones, en que el presidente de la patronal UNESA y de Iberduero, Manuel Gómez de Pablos, evaluó el sobrecoste derivado por las empresas como consecuencia de la sequía.

Los informes preliminares realizados por los expertos de la Secretaría de Estado de la Energía consideran que el año hidráulico medio tendría que revisarse en unos 2.500 millones de kilovatios/hora, lo que representará unos beneficios para las compañías de algo más de 10.000 millones de pesetas.

El hecho de que las lluvias no hayan hecho acto de presencia en España desde principios de la segunda mitad de 1988 hasta prácticamente el último trimestre de 1989 ha provocado una drástica caída en la producción de origen hidráulico -del 45,4 exactamente-, que ha tenido que ser compensada mediante el empleo de fuel y de carbón, lo que se ha traducido en mayores costes por las empresas, y, especialmente, para las que su estructura de producción gira en tomo a las centrales hidroeléctricas.