El Grupo March y Collins rompen las negociaciones para la venta de Simago

El Grupo March y el grupo japonés Collins decidieron romper ayer de mutuo acuerdo las avanzadas negociaciones que habían mantenido en las últimas semanas para la venta de la cadena de distribución Simago a la firma japonesa. El Grupo March retomará su plan de inversiones para la definitiva reactivación de esta firma, que logró el pasado año una facturación de 63.500 millones de pesetas.

En un comunicado hecho público ayer se daba cuenta de la interrupción de unas negociaciones "ante la imposibilidad de alcanzar un acuerdo satisfactorio para ambas partes en el conjunto de las condiciones económicos financieras". En los últimos días se habían acercado las posiciones pero al final han sufrido un retroceso que ha dado al traste con las mismas.Según el comunicado facilitado ayer, el Grupo March confirma su continuidad en la gestión de la cadena de distribución del Grupo Simago y proseguirá el plan de inversiones para el definitivo relanzamiento. El Grupo Simago que tuvo pérdidas por primera vez en su historia de 280 millones de pesetas en el año 1988, terminó el pasado ejercicio de 1989 con unos beneficios de 100 millones de pesetas con un incremento en las ventas del orden del 17% hasta alcanzar una cifra de facturación de 63.500 millones de pesetas.

En los últimos momentos de la negociación han incidido negativamente en ésta el hecho de que el grupo comprador hubiera manejado la posibilidad de cerrar centros y descargar plantilla, según fuentes cercana a esta negociación. En este sentido, se quería por parte del Grupo March una serie de compromisos que permitieran continuar con el negocio de la distribución.

Los grupos Collins y March estaban muy cerca de cerrar la venta del 100% del capital de Simago por parte del primero mediante el pago de 10.000 millones de pesetas, de los que la mitad se hubieran hecho en efectivo en el momento del cierre del contrato y el resto se pagaría en un año. La operación se encontraba avalada por el Credit Commerciale de France (CCF) y sólo faltaban algunos detalles para que se formalizara la operación.

El Grupo March comparte con Carrefour la totalidad del capital de la sociedad Pryca, que tiene previsto abrir cuatro nuevos centros este año, y cinco más en cada uno de los dos próximos. Ello supone unas necesidades de inversión de cerca de 50.000 millones de pesetas en el próximo trienio.

La operación de venta de Simago tuvo entre los principales pretendientes a la empresa nacional Mercasa, participada por la Dirección General del Patrimonio del Estado y por el Ministerio de Agricultura.

Dimisión de Prieto

Mercasa llegó a contactar con el Grupo March para conocer las condiciones de la desinversión y su presidente, Jesús Prieto, transmitió al ministro de Agricultura, Carlos Romero, el interés y "la conveniencia" de que Mercasa se quedase con Simago. Sin embargo, en el departamento la reacción fue lo suficientemente lenta como para que se adelantara Collins.Ante ello, Jesús Prieto decidió presentar su dimisión. El fracaso de Simago se ha convertido en "la gota que colma el vaso", según una fuente próxima a ambas partes. Prieto respaldó su dimisión con el argumento de que no estaba recibiendo ningún tipo de apoyo en la estrategia empresarial que había presentado para potenciar Mercasa. Y en ella se contemplaba la compra de Simago.

La situación de Prieto en estos momentos es esperar la respuesta de Agricultura y Economía sobre su plan estratégico, basado en desarrollar el sector de distribución desde la propia Mercasa y a través de posibles pactos con otras empresas públicas como Tabacalera, Merco y Aldeasa. Asimismo, quiere manos libres para potenciar la presencia en el sector aceitero a través de Elosúa y Aceites Españoles. Si no recibe apoyo, Prieto está dispuesto a mantener su propósito de dimitir.