El Gobierno de la RFA cree que la unificación puede tener lugar este mismo año

La unificación alemana puede tener lugar este mismo año, y las elecciones generales de la República Federal de Alemania, previstas para diciembre, deberían realizarse ya en todo el país. Esta era la opinión generalizada ayer en los círculos gubernamentales de Bonn, tras el viaje del canciller Helmut Kohl y el ministro de Exteriores Hans-Dietrich Genseber a Moscú, y a la espera de la llegada -hoy- del ministro presidente de la República Democrática Alemana, Hans Modrow.

Modrow llega con los bolsillos vacíos y una orden del Gobierno provisional que preside para exigirle a Kohl la entrega inmediata de los 15.000 millones de marcos (un billón de pesetas) que -según se asegura en Berlín Oriental- el canciller ofreció en Dresde poco antes de las pasadas Navidades, cuando visitó la RDA y encendió la llama de la unificación alemana. La reunión de ayer del Gobierno provisional de la RDA, del que forman parte ocho miembros de los grupos opositores en calidad de ministros sin cartera, se pareció a la de los habitantes de una ciudadela sitiada en la que se han acabado los víveres, pero que sueñan aún en un envío prometido hace tiempo que nunca ha de llegar.El problema es que la composición de este Gobierno ya no refleja, ni de lejos, la real relación de las fuerzas políticas en Alemania Oriental, cada vez más parecida a la de la RFA. En este sentido, los aliados de KohI, la CDU oriental, forman parte del Gobierno, pero no como partido de la oposición, por lo que se permiten no pronunciarse. Los socialdemócratas cuentan con un sólo miembro, que también decidió río intervenir. La palabra quedó, por lo tanto, en boca de los pequeños grupos de escasa representatividad como la Liga Verde o Democracia Ahora. En ambos casos se lanzaron lamentos contra la pérdida de soberanía que significaría la unión monetaria y se pidió "no entregar de golpe 40 años de identidad a Bonn", en palabras de Klaus Schlueter, de la Liga Verde.

Plan social

El Gobierno de la RFA, por boca de su ministro de Hacienda Theo Waigel, quiso dejar claro inmedíatamente que Modrow no saldría de Bonn con los 15.000 millones en el bolsillo. El Gobierno de llonn propuso, a cambio, un plan para extender paulatinamente el sistema de seguridad social de la RFA a la RDA, con lo que se crearía un colchón en fórma de pagos de pensiones y de desempleo en vistas al posible efecto que pueda tener la implantación de la economía de mercado en el país, que, nadie lo duda, signIficará un trauma considerable para una población laboral cuya productividad no alcanza a ser ni la mitad de la de sus vecinos occidentales.

Para contrarrestar la ofensiva de Kohl y la supuesta luz verde obtenida por el canciller en Moscú para proceder a la unificación alernaria, cuyas exactas especificaciones siguen siendo desconocidas, por lo menos en lo que se reficre al ámbito geopolítico y militar en el que se integrará la futura gran Alemania, la oposición socialdemócrata, cuya principal baza se cifra en conseguir hacerse con el poder en la RDA tras las elecciones, propuso ayer un plan alternativo consistente en una reunión a mediados de abril de las cuatro potencias vencedoras en la II Guerra Mundial, y las dos Alemanias. La propuesta de los SPD de las dos Alemamas, hecha pública ayer en Berlín Oriental, consiste en discutir el marco de seguridad política para la Alemania unificada. "Una Alemania unida no puede pertener ni a la OTAN ni al Pacto de Varsovia", decía el comunicado. "La potencia militar de la nueva Alemania tendrá que ser decidida dentro de un marco europeo", añadía.