El PSOE y HB reaccionan contra el acuerdo tripartito sobre autodeterminación
Las dos principales formaciones vascas excluidas del pacto sobre la autodeterminación, el Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE) y Herri Batasuna (HB), expresaron ayer su malestar y su disconformidad con el acuerdo por razones opuestas. Los partidos firmantes de la propuesta consensuada, por el contrario, aseguraron que el acuerdo significa una nueva estrategia democrática para la construcción nacional de Euskadi. La nueva propuesta suprime la referencia al estatuto de autonomía como única vía de la voluntad popular para ejercer el derecho a la autodeterminación.
El texto pactado por el Partido Nacionalista Vasco (PNV), Eusko Alkartasuna (EA) y Euskadiko Ezkerra (EE) se debatirá en el Parlamento el próximo día 15. En una conferencia de prensa conjunta representantes de estos partidos subrayaron la importancia del texto, que reside, afirmaron, en articular una estrategia democrática para construir la "nación vasca". Para EA, el proceso, sin embargo, no habrá finalizado hasta que esa nación vasca incorpore a Navarra y a las provincias del País Vasco francés, según explicó su portavoz, Juan Porres.El texto consensuado, añadió Porres, es "un acuerdo de nadie pero en el que todos estamos cómodos". El representante del PNV, José Antonio Rubalcaba, destacó también el carácter de síntesis del acuerdo. "No se trata de quien ha ganado o ha perdido sino de la importancia del pacto para nuestro pueblo", señaló. El pacto cerrado anteayer es el primer acuerdo conseguido por los tres partidos nacionalistas desde la ruptura. del PNV y la creación de EA, en 1986.
Para Xabier Gurrutxaga, de EE, el acuerdo sobre autodeterminación supone un segundo nivel del pacto de Ajuria Enea. Gurrutxaga lo definió como "la autodeterminación de la democracia", porque responde a la de ETA militar, dijo, que también está presente en el Parlamento "a través de HB", informa desde Vitoria Pedro Gorospe.
La Cámara autonómica debatirá esta cuestión en un pleno ordinario, junto a otros puntos del orden del día, según decidió ayer la Junta de Portavoces Con la proposición se discutirán las enmiendas presentadas por Herri Batasuna (HB) y el PP. Este último partido propone una enmienda relativa a la soberanía unitaria del pueblo español y niega el derecho a la secesión de los pueblos que lo integran.
Modificaciones sustanciales
El texto consensuado contiene modificaciones sustanciales de la propuesta inicial PNV-EE, que le sirve de base. EA ha logrado introducir el concepto de construcción nacional como proceso dinámico y gradual, con objeto de evitar la identificación entre ejercicio del derecho de autodeterminación y proceso autonómico. También ha matizado la referencia al Parlamento de Vitoria, de forma que no queden excluidos del sentido político de la proposición no de ley Navarra y el País Vasco francés, aunque no se hace referencia expresa a estos territorios.
Alcaldes y concejales nacionalistas vasco franceses mostraron ayer mismo en Bilbao su apoyo al derecho de autodeterminación. Representantes de EA en el País Vasco francés, Euskal Batasuna (Unidad Vasca), próximo a HB, y Euskal Abertzale Mugimendua (Movimiento de Izquierda Nacionalista) anunciaron su presencia en el Parlamento de Vitoria el día 15 para asistir a la sesión.
La propuesta tripartita contiene también una afirmación de la soberanía del pueblo vasco e introduce un párrafo del pacto de Ajuria Enea sobre la legitimidad de cualquier aspiración política democráticamente planteada y la posibilidad de incorporarla al marco jurídico. Finalmente, el acuerdo ya no otorga exclusividad al Estatuto de autonomía como vía de plasmación de la voluntad popular. Ahora, los tres partidos se refieren al Estatuto como "el marco jurídico del que la sociedad vasca se dota en un determinado momento".
El vicepresidente del Gobierno vasco y secretario general del PSE-PSOE criticó el acuerdo tripartito porque incorpora, dijo, nuevos aspectos negativos como concesión a EA. "El concepto de construcción nacional", indicó, "es la típica expresión de ambigüedad e irredentismo nacionalista". Para el dirigente socialista, se trata de una' cesión grave de EE porque "deja descafeinada la concepción dinámica de la autodeterminación, su única aportación seria al debate".
Jáuregui considera también peligrosa la supresión del compromiso con el Estatuto de autonomía como vía única de plasmación de la voluntad popular. "Son concesiones a EA, perversiones doctrinales", manifestó, "que desde luego pensamos explotar a fondo en el debate político, lo anuncio desde ahora". El secretario general del PSE-PSOE dijo que su partido mantiene una actitud tranquila ante la segura aprobación de la propuesta nacionalista en el Parlamento, convencido de que "había una semana de gran agitación y luego se olvidará".
La reacción de HB ante el, acuerdo ha sido, asimismo, negativa. Para el portavoz de la Mesa Nacional, Jon Idígoras, "la presentación anteayer de enmiendas de la coalición ha precipitado el consenso de los partidos nacionalistas, cuyo único objetivo es, dijo, dejar al margen a HB. "Para esos partidos, manifestó Idígoras, el derecho de autodeterminación ha pasado a ser secundario y lo principal es evitar a toda costa la capitalización política de este asunto por parte de HB".
Una polémica de rebote
Era el 11 de diciembre, lunes. El consejo nacional del PNV estaba reunido en Bilbao. Un teletipo de la agencia Efe escupió una noticia de pocas líneas. El Parlamento de Cataluña había aprobado una moción. La nación catalana "no renunciaba" a su derecho a la autodeterminación.El trozo de papel fue introducido en la sala donde la dirección peneuvista trabajaba, presidida por Xabier Arzalluz. "No podemos ser menos". La idea se impuso entre los 11 hombres. El partido anunció de inmediato una iniciativa en el Parlamento "en el momento oportuno". La polémica sobre el derecho de autodeterminación comenzó así, sin cálculo previo. Hubiera terminado igual de no ser porque este principio es presente en la política vasca, de una u otra forma, desde el principio de la transición. EA se apresuró a tomar la palabra a Arzalluz y organizó conversaciones para intentar el consenso. Euskadiko Ezkerra (EE) aceptó el reto con intención de "zanjar el asunto para siempre". Los socialistas creyeron verse ante un mercado de palabras y su secretario general, Ramón Jáuregui, llegó a anunciar que no gastaría saliva en hablar del asunto. Durante el mes siguiente casi no pudo hablar de otra cosa. HB contemplaba, con una mezcla de sorpresa, satisfacción y desconfianza.
Las conversaciones se centraron al final en tres partidos. Cuando la negociación estaba aún abierta, el PNV y Euskadiko Ezkerra (EE) pactaron entre sí y cortaron el diálogo con EA. El 5 de enero presentaban en el Parlamento por sorpresa y a espaldas de EA una proposición. El partido presuntamente sorprendido reaccionó en minutos con otra proposición.
La dos propuestas corrían el riesgo de anularse. La evidencia forzó de nuevo la negociación contrareloj. El acuerdo final puede abrir un amplio espacio de consenso nacionalista y representa una potencial amenaza para el Gobierno PNV-PSOE.
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