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Reportaje:UNA NUEVA EUROPA

El desarme convencional centra la reunión de Ottawa

Andrés Ortega

El proceso de desarme convencional en Europa está en un punto crucial. La reunión de ministros de Asuntos Exteriores de los 23 países de la OTAN y del Pacto de Varsovia que el domingo se abre en Ottawa (Canadá) debe servir para dar un impulso decisivo a las negociaciones sobre desarme convencional que se desarrollan en Viena y poder concluirlas en 1990. Frente a la pretensión inicial de que esta reunión se dedicase exclusivamente a los cielos abiertos -la iniciativa de George Bush para hacer el poderío militar de cada país más transparente-, el encuentro se ha reconvertido, y junto a este tema se tratarán otros de mayor importancia.

Las reuniones de Ottawa se abren el domingo con un caucus (no se ha querido llamar formalmente Consejo Atlántico) de la OTAN en el que el secretario de Estado de EE UU, James Baker, informará a sus aliados de su viaje a Moscú. Se espera que Edvard Shevardnadze haga lo mismo con sus homólogos del Pacto de Varsovia. Esa noche, los 23 se reunirán a cenar. La reunión formal sobre cielos abiertos empieza el lunes, y no está aún claro si concluirá el martes o el miércoles. Es la primera reunión entre los ministros de Asuntos Exteriores de los 23 tras las convulsiones otoñales en Europa del Este y la primera oportunidad para varios de ellos de conocerse personalmente. La última reunión ministerial de este tipo, a 35, se celebró en enero de 1989.Actualmente, los cinco puntos principales de las negociaciones sobre fuerzas convencionales en Europa (CFE) son los siguientes:

Aviación. Los países de la OTAN presentaron ayer en Viena una nueva propuesta que se acerca en este punto a las tesis soviéticas. Como el Este, la nueva propuesta aboga por un límite para cada alianza de 4.700 aviones de combate, sin contar los aviones de defensa aérea, que quedarían limitados a 500 (con cierta flexibilidad al fijarse un tope total de 5.200 aparatos para estas dos categorías). Estos límites incluyen toda la aviación naval con base en tierra. Los aparatos de entrenamiento quedan excluidos.

Personal estacionado. Ayer también se presentó fordialmente en Viena la propuesta de Bush de limitar a 195.000 el número de soldados que EE UU y la URSS mantendrían cada uno en la zona central (que cubre el Benelux, la RFA, Dinamarca, la RDA, Polonia, Checoslovaquia y Hungría). Los aliados occidentales rechazan limitar dentro de la categoría de fuerzas estacionadas fuera de su territorio otras que las de EE UU y la URSS, por lo que no se incluyen ni las fuerzas francesas en la RFA, el Ejército británico del Rin u otros.

Definiciones de armamentos. Ya hay acuerdo sobre la definición de la artillería para el futuro tratado: todo lo que tenga 100 milimetros o más de calibre. El acuerdo excluye la artillería de tiro recto, pues se considera defensiva (armas anticarro, por ejemplo). La OTAN ofrece un límite para cada alianza de 16.500 unidades. El Pacto de Varsovia prefiere la cifra de 20.000, pero esto sería superior a lo que ya tienen los aliados occidentales en Europa.

Respecto a carros de combate, ha quedado aceptado por todas las partes el límite de 20.000 unidades para cada alianza, entendiéndose en esta categoría, en la actualidad, todo vehículo de más de 13 toneladas, con cadenas y con torreta giratoria, y para el futuro se limitaría también todo vehículo con ruedas de más de 20 toneladas.

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Por otra parte, en la definición de otros vehículos acorazados; se ha capturado (es la nueva terminología anglosajona del desarme) una serie de blindados que engarzan con la definición de carro. Los aliados occidentales se han acercado a las peticiones soviéticas con definiciones omnicomprensivas y proponen un techo de 28.000 unidades de blindados de transporte de tropas (ATV), aunque -indican medios próximos a la negociación- es posible que se llegue a 30.000.

Helicópteros de combate. La OTAN propone un techo máxime, de 1.900 helicópteros de ataque, flexibilizando la regla del look-alike-count-alike, según la cual se contaba igual todo helicóptero que tuviese la misma silueta externa. Ahora podrán mtroducirse otros criterios para demostrar que un aparato es destinado a usos civiles u otros usos militares que los de ataque.

Subzonas y depósitos. Entre el Atlántico y los Urales no hay subzonas para los helicópteros o la aviación. Se mantiene una zona central extendida que incluye, por parte occidental, los países de la Unión Europea Occidental (UEO) más Dinamarca, y que se subdivide para desconcentrar los elementos terrestres. La península Ibérica queda dentro de esa subzona, pero forma un subconjunto a su vez de esta unidad. Esta cuestión planteó problemas para algunos medios militares españoles, que temían así cierto aislamiento español y que ello implicara un límite demasiado exiguo a los carros de combate españoles. Aunque el reparto de los totales entre los aliados está aún por determinar, a la península Ibérica le corresponden unos 1.000 carros de combate, de los cuales se calcula en torno a 850 u 875 para España. Medios próximos a la OTAN estiman, sin embargo, que los aliados le pedirán finalmente a España que se limite a 600 o 650 carros de combate.

Además, los occidentales parecen haber aceptado que, a cambio de que EE UU pueda mantener algunos depósitos de armas en Europa, la URSS conserve un número equivalente de unidades de baja fuerza (es decir, mantenidas a un mínimo en dotación humana en tiempo de paz) en zonas retrasadas cerca de la frontera ruso-polaca.

De superarse estas cuestiones -estiman medios diplomáticos españoles-, la negociación entraría entonces en su fase técnica, con la posibilidad de concluirla para el verano, de modo que los textos (se calcula que de unas 1.000 páginas en cada uno de los cinco idiomas oficiales) pudieran firmarse en el otoño, coincidiendo con la cumbre de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE).

'Cielos abiertos'

A. O., Con la iniciativa cielos abiertos (open skies) se trata de que un avión de un país de una alianza pueda sobrevolar otro país de la otra alianza, según unas reglas concretas a determinar, con plazos cortos de preavisos.

Habrá determinados puntos de entrada y de salida de los aviones. Algunas pequeñas zonas quedarán prohibidas al sobrevuelo (por ejemplo, la Casa Blanca, en Washington, y la Zarzuela o la Moncloa, en Madrid). Los aviones, sin armas, iran equipados de radar, cámaras y otros materiales que permitan observar el territorio del otro. Estas tripulaciones irán acompañadas por personal del país sobrevolado.

Se requieren aviones de vuelo lento y gran capacidad. Los candidatos más evidentes son los aviones de transporte Hércules C-130. España propugna también el CN-235 de CASA. Está previsto que, anualmente, el Pacto de Varsovia reciba 148 vuelos de ese tipo, de los cuales 124 observarán la URSS, correspondiendo al menos cuatro para cada uno de los otros países. En el caso de la OTAN, recibirá 163 sobrevuelos, de los cuales de 55 a 60 sobrevuelos para Estados Unidos y Canadá respectivamente. Estas cuotas pasivas se reparten principalmente según la superficie de cada país.

España y otros países piden también que se determinen las cuotas activas (es decir, los sobrevuelos que va a efectuar, y no padecer, un país sobre otro), mientras EE UU propugna una cifra global para cada una de las alianzas, a repartir después. Se espera que esta reunión sobre cielos abiertos sea seguida, en el plazo de unas semanas, de otra similar en Budapest.

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