La ley del corto plazo

La rápida retirada de beneficios ha confirmado las dudas que esta reacción técnica había provocado entre los habituales de los mercados de valores. Ya a lo largo de la mañana se produjeron numerosas salidas que sirvieron para poner en guardia a los inversores, aunque con anterioridad hubo valores significativos que, al no participar de las subidas, habían actuado como señales de alarma. También los volúmenes negociados pusieron de manifiesto el corto alcance de la reacción alcista, toda vez que ésta no contaba con el apoyo de datos externos al mercado y que la mayoría de los operadores y gestores se habían limitado a observar los acontecimientos sin participar en ellos.El único sector que utilizó la inercia del mercado para mejorar sus posiciones fue el bancario, aunque la mayoría de los asistentes coincidió al pensar que se les había ido la mano en los avances. Hasta ese momento, las precauciones eran internas y se referían tan sólo a las posibilidades de estos mercados en ausencia de datos externos. Pero Wall Street vino a confirmar las dudas de los más prudentes con una apertura sembrada de incógnitas.

El mercado continuo acusó con fuerza esa apertura a la baja, y la mayoría de los valores ajustaron sus cotizaciones a las circunstancias, provocando con ello un recorte importante en el avance que registró el índice a media mañana. La situación ahora es la misma que hace un par de semanas, aunque los precios están mucho más caros y el mercado no ha sido capaz de generar expectativas positivas.