La policía recoge a un bebé que habitualmente era dejado solo en una chabola
La policía recogió ayer en una chabola del barrio de Tetuán a Guillermo, un niño de cuatro meses que fue ingresado en el hospital Gregorio Marañón con graves problemas de desnutrición. Una vecina había denunciado a su madre, María Jesús B. F., prostituta de la Gran Vía, que dasapareció hace dos días, por el abandono al que sometía a su hijo mientras "desaparecía para hacer la carrera". María Jesús, de 22 años, había sido desposeída de la custodia de otras dos hijas, que ahora están a cargo de su padre, un portugués que trabaja como camarero.
El camarero, a pesar de estar separado de su compañera, sigue pagando las 3.000 pesetas de alquiler de chabola, el agua, la luz y el seguro para el entierro", según el vecindario.Los vecinos advertían, con razón, a los visitantes que se colocaran un pañuelo en la nariz antes de franquear la puerta donde fue hallado el niño.
En una libreta sobre una de las mesas, en medio del desastre, estaba escrita una poesía inspirada en Butragueño a propósito de una foto del deportista aparecida en la Prensa por motivos ajenos al fútbol. Sobre el frigorífico estaban sin abrir los sobres que contenían las papeletas del Congreso y del Senado de las pasadas elecciones.
La chabola, de unos 40 metros cuadrados, estaba plagada de montones de ropa y basura, botellas de sidra y guisos fermentados. El estado del retrete, adyacente al patio del domicilio, era peor, y los vecinos lo mostraban con interés con el fin de llamar la atención del Ayuntamiento para que lo desinfecte.
Las vecinas reconstruyeron la historia de María Jesús, que llegó embarazada de su primera hija hace seis años para instalarse en el chamizo en compañía del portugués. María Jesús, nacida en Zamora, tenía entonces 16 años.
Cuando el portugués se marchó, la mujer se quedó con las niñas, Isabel y Soraya, de seis y tres años, respectivamente, hasta que el padre se las llevó "con las cabezas plagadas de piojos" y consiguió su custodia.
Hace un mes Mari Carmen y su marido denunciaron a su vecina María Jesús porque el niño no dejaba de llorar, "aunque en los últimos días no tenía ni fuerzas".
En estos días, otra vecina asegura que le hizo una extraña propuesta a María Jesús: "Para tenerlo así, ¿por qué no me lo regalas?", pero la proposición le sonó absurda a la madre. En aquella ocasión la policía llegó al domicilio, pero ésta estaba, en aquellos momentos con el bebé.
En la madrugada de ayer, la policía recibió otra denuncia y se dirigió al domicilio de Tetuán en compañía de miembros del Servicio Social regional para recoger al niño.
María Jesús no es popular en el barrio. No contestaba a los intentos de conversación del vecindario, "iba como sonámbula y se hacía la subnormal". Tampoco barría como el resto de los comuneros el estrecho pasillo que da acceso a las chabolas. "Salía a las nueve de la noche y volvía a las once de la mañana". Durante el día dormía al lado de su hijo, cuyo llanto no conseguía despertarla. Los vecinos atribuyen todo tipo de excesos a María Jesús desde que el portugués no está con ella; "él es una buena persona que mantenía su casa y a sus hijas limpias".
La Consejería de Integración Social de la Comunidad de Madrid se ha hecho cargo del niño hasta que se decida si se entrega para su adopción. El estado del niño es preocupante, aunque su vida no corre peligro. La madre no había aparecido por la chabola desde hace dos días. Cuando vuelva encontrará una carta del Circulo de Lectores que le invita a hacerse socia.
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