La patronal CEOE advierte que utilizará "todas las vías a su alcance" para impedir el control de la contratación

El presidente de la patronal CEOE, José María Cuevas, calificó ayer de "compromiso impresentable" el acuerdo alcanzado entre Gobierno y sindicatos por el que estos últimos podrán controlar la legalidad de los contratos firmados en las empresas. Cuevas aseguró que si el ministro de Trabajo, Manuel Chaves, no acepta en la reunión del próximo lunes replantear el acuerdo, "si se empeña en darle carácter normativo, la CEOE utilizará todos los medios a su alcance, incluido el recurso al Tribunal Constitucional, para que ese bodrio pactado con los sindicatos no salga adelante".

El acuerdo alcanzado el miércoles entre el Gobierno y los sindicatos mayoritarios, Comisiones Obreras y UGT, por el que se establece la futura obligación de los empresarios de entregar a los representantes una copia de los nuevos contratos antes de su entrega en la oficina del INEM fue calificado ayer por el presidente de la patronal CEOE en una conferencia de prensa como "el más grave ataque a la economía de mercado y a la libertad de empresa -dos derechos reconocidos en la Constitución- desde la transición".

A juicio de José María Cuevas, el acuerdo "es posiblemente anticonstitucional, al obligar a los empresarios a facilitar datos sobre los trabajadores que pueden violar el derecho a la intimidad de éstos". La copia de los contratos que deberán facilitar los empresarios a los representantes sindicales, cuando el acuerdo alcance cuerpo de norma legal, no incluirá datos como el domicilio, el salario o la jornada, aunque sí la modalidad de contrato, y las fechas de su inicio y terminación.

"Policía sindical"

Cuevas también criticó el acuerdo porque, dijo, "aumenta la burocracia, introduce una nueva jurisdicción -la sindical-, y crea una nueva casta de funcionarios pagados con dinero público". Esa nueva "casta" de "comisarios políticos" en las empresas "serán retribuidos a costa del Estado, lo que llevará a la proliferación de sindicatos adscritos al Estado y la vuelta al sindicalismo nacional".La CEOE intentará que el Gobierno dé marcha atrás durante la reunión que mantendrá el próximo lunes con el ministro de Trabajo, al que Cuevas dirigió más de una crítica. "Hay que pensar que el texto no ha sido redactado por los técnicos del Ministerio de Trabajo sino por los propios sindicatos". Cuevas llegó a esta conclusión porque "éste es un acuerdo singular en el que los sindicatos no asumen ninguna obligación ni compromiso. El ministro de Trabajo se obliga, al dictado de los sindicatos, a introducir una innovación que modifica la legislación vigente a través de una simple orden ministerial". Según Cuevas, el Gobierno incumple con este acuerdo el compromiso de pactar determinados temas que afectan de forma especial a los empresarios en una mesa tripartita.

A juicio de Cuevas, el objetivo real del acuerdo no es la lucha contra el fraude en la contratación sino "acabar con los contratos en formación y de fomento de empleo", y "crear una situación en la que los trabajadores lleguen a la conclusión de que no pueden ser contratados si no están afiliados a UGT o CC OO".

El presidente de la patronal lanzó asimismo una velada amenaza sobre los efectos del acuerdo en la creación de empleo. "No se trata de una amenaza sino de una apreciación objetiva", señaló Cuevas, para apostillar que los empresarios llegarán a la siguiente conclusión: "no me interesa introducir a la policía sindical en mi empresa, por lo que prefiero esperar a leer qué sale en el BOE antes de contratar a nadie".

En respuesta a la indignación de Cuevas, los sindicatos anunciaron que están dispuestos a estudiar todos las fórmulas posibles "para no arrinconar a CEOE" en la concertación social.