Miguel Boyer destaca cuál es la pérdida de soberanía tras el ingreso en el SME

El ex ministro de Economía, Miguel Boyer, aseguró ayer que la incorporación de España al Sistema Monetario Europeo ha provocado que el Estado sólo puede fijar el crecimiento de la demanda nominal de la economía, pero no su distribución entre aumento de precios y crecimiento real. Esto último dependerá exclusivamente del desarrollo de distintas políticas de oferta cuyo objetivo debe ser siempre tener un menor nivel de inflación para que de esta manera el crecimiento real aumente más.

A juicio del ex ministro, el crecimiento económico para los próximos años será equilibrado en la medida en la que la política monetaria siga manteniendo tonos restrictitivos, las políticas presupuestarias tiendan a hacer crecer los gastos por debajo del crecimiento económico y prevalezca la moderación salarial en la negociación colectiva. Boyer hizo estas afirmaciones en la presentación del libro Crecimiento sin desequilibrios con la peseta en el sistema monetario europeo elaborado por el Círculo de Empresarios.De cara a 1990, Boyer señaló que la política monetaria deberá seguir siendo restrictiva, como lo ha venido siendo en los últimos años, aunque es posible que se puedan lograr los mismos objetivos con unos menores tipos de interés relativos. La política presupuestaria deber tender a producir menores incrementos de los gastos que en años anteriores e incluso, señaló Boyer, en la actualidad un presupuesto equilibrado de crecimiento entre ingresos y gastos puede considerarse como expansivo y por lo tanto como no positivo para lograr un crecimiento sin grandes desequilibrios. Las políticas de rentas, tanto de aumento de salarios como de fijación de precios de los productos y de beneficios empresariales deben tender, en su opinión, a la moderación.

Para el ex ministro la actual coyuntura económica, con fuertes tasas de crecimiento, plantea algunos riesgos importantes. El primero de ellos es el inicio de la fase descendente del ciclo económico en algunos países, con lo que el aterrizaje suave podría no ser suficiente para reducir los desequilibrios.