Decomisados más de 10 kilos de heroína y tres armas a un iraní

El Servicio Central de Estupefacientes ha decomisado un afijo de 10 kilos de heroína y tres armas de fuego en un chalé de Majadahonda y en un apartamento de la calle de San Bernardo, donde residían un joven iraní y una española, según fuentes policiales. Los detenidos llevaban un ritmo de vida "muy ostentoso", pese a no tener trabajo conocido.

Tras varios meses de investigaciones, inspectores del grupo cuarto del Servicio Central de Estupefacientes tuvieron la certeza de que Ali Reza Salchi, de 25 años, se dedicaba al tráfico de drogas. Ante la sospecha, decidieron registrar el chalé que éste ocupaba en la urbanización El Tejón, en Majadahonda.Los agentes, acompañados del juez de Instrucción, llamaron a la vivienda y Reza, en lugar de abrir la puerta, echó los cerrojos de la misma. Los policías conocían que el sospechoso es un hombre que solía estar armado por lo que decidieron entrar al asalto en la vivienda, según las fuentes informantes.

"Es el individuo más violento que yo he detenido en mi vida", declaró el inspector que dirigió la operación. "Pese a estar esposa-do, costó mucho trabajo reducirle y se tiró contra un espejo y un televisor para autolesionarse", añadió.

Al registrar el chalé fue encontrado medio kilo de heroína, una pequeña cantidad de opio, hachís, cocaína y anfetaminas, además de tres millones de pesetas en efectivo, un lote de joyas, dos pasaportes falsos, un revólver Magnum 357 y una pistola del calibre 6,35.

La policía reventó también un apartamento del número 83 de la calle de San Bernardo, alquilado a nombre de Virginia Esteban Yáñez, de 20 años, que convivía con el iraní, según las citadas fuentes. En este piso, que presuntamente era utilizado como piso franco, fue descubierta una maleta que contenía 10 kilos de heroína del tipo brown sugar (azúcar marrón), un rifle con mira telescopica y silenciador, además de seis pasaportes falsos.

Además de Reza Salehi, la policía ha puesto a disposición judicial a la joven Virginia Esteban, a su hermana, Cristina Esteban, de 35 años, y a otros cuatro iraníes. Los detenidos llevaban un alto nivel de vida y tenían un lujoso automóvil Audi, otro de la marca Golf GTI y una potente moto Ducati Indiana.