La Comunidad Europea reabre la negociación con la UEFA para la libre circulación de futbolistas
La Comisión Europea ha decidido reanudar las negociaciones con la Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA) para garantizar la libre circulación de los futbolistas profesionales de los Estados miembros de la CE. El límite de dos o tres extranjeros por club viola el principio de no discriminación por razón de nacionalidad garantizado por el tratado de la Comunidad Europea.
Los comisarios Vasso Papandreu, responsable de la política social comunitaria, y Martín Bangemann, de comercio interior, viajarán a finales de mes a Estocolmo, donde se celebrará una reunión de la UEFA. El acuerdo de la Comisión, adoptado el miércoles, fue comunicado ayer. La Comisión, según una fuente comunitaria, pretende "poner fin al funcionamiento de la UEFA como un cártel que monopoliza la organización de competiciones y las autorizaciones de traspasos, además de actuar al margen del derecho comunitario".El objetivo de este contacto es reiniciar las negociaciones rotas unilateralmente por la UEFA, que se negó a dar cumplimiento al Tratado de la CE con el argumento de que es una entidad con residencia en Suiza y, por tanto, jurídicamente fuera del ámbito de la Comunidad. La Comisión Europea ha elaborado una propuesta en la que se combina el respeto del principio de no discriminación por razones de nacionalidad con "la disposición a tomar en consideración la complejidad de la organización del fútbol y el derecho de compensación por traspaso que tienen los clubes en concepto de formación del futbolista".
Esta postura flexible intenta superar las sucesivas rupturas en las negociaciones que se han producido desde 1978, una vez que el Tribunal de Justicia de la CE se hubiera pronunciado por el derecho de los deportistas profesionales europeos a cambiar de club y a no ver condicionadas sus posibilidades de trabajo por los requisitos de nacionalidad que imponen los clubes. Las exigencias planteadas en 1987 por Manuel Marín, entonces comisario de Asuntos Sociales, no fueron atendidas. Posteriormente, el presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, gran aficionado al fútbol y al ciclismo, tomó el asunto en sus manos, aunque no pudo doblegar la intransigencia de la UEFA.
Los clubes de fútbol mantienen posturas diferentes frente a las restricciones para fichar futbolistas no nacionales, pero se ven obligados a seguir las normas de la UEFA y de las federaciones nacionales para poder participar en las diferentes competiciones.
Comerclo de esclavos
El posible acuerdo se enfrenta a la necesidad de satisfacer las exigencias del Parlamento Europeo, que ha aprobado ya 10 resoluciones condenatorias de la discriminación que rige en el deporte europeo, especialmente en el fútbol. Además de calificar los traspasos de "forma moderna de comercio de esclavos", el Parlamento afirma que "el deporte está organizado de forma monopolística" y que, en caso de acudir a los tribunales, "los futbolistas corren el peligro de verse incluidos en una lista negra y perder efectivamente su empleo".
Un informe de la CE elaborado en 1988 pone de manifiesto que el tope de dos o tres extranjeros por club rige en todas las federaciones, con excepción de Escocia, País de Gales e Irlanda. Luxemburgo no contempla la figura de futbolista profesional. Otros países, como Bélgica y Holanda -e Inglaterra, en el caso de jugadores irlandeses o británicos-, permiten un cupo mayor de "extranjeros", pero aplican el límite para su alineación en un partido.
En noviembre del año pasado se alcanzó el compromiso de pasar de dos a tres extranjeros y de permitir a los clubes que alinearan otros dos no nacionales siempre que llevaran inscritos al menos cinco años en la federación del país del club que los contrata. España e Italia se opusieron a la segunda parte de este acuerdo, que será reexaminado en la reunión del 31 de enero en Estocolmo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.