Una potente moto para limpiar las calles de cacas de perro
El Ayuntamiento de Madrid presentó ayer en sociedad la primera moto limpiadora de cacas de perro (de "polución canina" en el lenguaje oficial). El vehículo está equipado con un bastón que inyecta agua a los excrementos de perro depositados en la vía pública para "reblandecerlos" y posteriormente los aspira. Las defecaciones van a parar a un depósito de 40 litros, que pese a su hermetismo deja escapar un ligero tufillo. Cada motocicleta, que puede recoger hasta 300 litros de cacas al día, cuesta 7,5 millones de pesetas.
Las primeras cacas aspiradas por la cacamóvil (primer nombre que el gracejo popular otorgó ayer al invento) fueron las de la plaza de la Villa, bajo la atenta mirada de Agustín Rodríguez Sahagún, alcalde de Madrid, y Esperanza Aguirre, concejala de Medio Ambiente.
El Ayuntamiento aún no ha decidido cuantas motos comprará (Londres y París ya tienen), aunque probablemente se adquirirán cuatro para cada distrito central y dos para los periféricos.
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