Españoles que no dan la talla

En un momento de pleno crecimiento de España, éste no implica necesariamente que el español crezca al mismo ritmo en estatura, aunque así nos lo quieran hacer creer los fabricantes de ropa, zapatos... y autobuses.Hoy en día es casi imposible encontrar zapatos de señora de tamaño inferior al número 35; vestidos, faldas, pantalones, abrigos, etcétera, en tallas inferiores al 44, y cuando estas tallas se encuentran, siempre sobra medio metro de manga y otro tanto de largo.

¿Acaso es una vergüenza nacional medir menos de 1,60 metros (¡para mujer, claro!)? ¿O es que hemos aniquilado a ese especimen de personas bajas por miedo a no dar la talla fuera de España?

Por otra parte, quizá también por ser considerada baja tampoco me queda el derecho de poder agarrarme a la barra superior de los nuevos autobuses, ni, cuando logro un asiento, poder descansar los pies en el suelo.

Creo que debemos aprender un poco de otros países que siempre han sido conocidos en el pasado por tener una talla media por encima de la nuestra. Por ejemplo, puedo decir, por experiencia propia, que en el Reino Unido son conscientes de que existen personas de baja, normal y alta estatura. Por eso, cuando uno quiere comprar una prenda de vestir, no sólo se encuentran todas las tallas, sino también distintos largos en cada una de ellas.

En este país, que tanto se preocupa por emular a los países de nuestro entorno, ¿por qué sólo imitamos lo malo y no copiamos de vez en cuando esos pequeños beneficios que el resto de Europa parece disfrutar?

Firmado, una señora bajita y cabreada.-