La CE debate en Dublín un nuevo modelo de relaciones con Europa oriental
FÉLIX MONTEIRA ENVIADO ESPECIAL, Los ministros de Asuntos Exteriores de la CE debatieron ayer en Dublín el diseño de un nuevo modelo de relaciones con el Este. Los doce acordaron respaldar la celebración de la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) a finales de año, en la que se abordará la colaboración con los países de Europa Central y Oriental. La CE llevará a cabo "una política activa de asociación política con el Este", según declaró el ministro de la RFA, Hans Dietrich Genscher.
El apoyo a la propuesta de Mijail Gorbachov sobre la CSCE y el respaldo a la política de reformas en la URSS fue el rasgo definitorio del Consejo informal de Dublín, la primera reunión de alto nivel de la presidencia irlandesa. La CE ampliará en 300.000 toneladas de trigo la ayuda a Polonia y enviará 6.280 millones de pesetas en alimentos y medicinas a Rumania. Con Checoslovaquia, Rumania, Bulgaria y la RDA la Comunidad está dispuesta a ampliar los acuerdos a renegociar o en preparación, así como a respaldar su inclusión en el programa Faro financiado por el llamado Grupo de los 24 y reducido por ahora a Polonia y Hungría.Pero la propuesta del presidente de la Comisión Europa, Jaeques Delors, de crear la unión política europea o una Comunidad federal que sea la base de la futura gran Europa confederada quedó en el aire. El tema será objeto de debate a fondo en abril, aunque el objetivo de convertir a 1990 en el año de la respuesta global al Este parece que avanzará despacio por problemas no sólo de dinero.
El ministro francés Roland Dumas señaló que "todos los países de Europa tendrán ocasión de entrar en la CE cuando reúnan todas las condiciones que ni siquiera la RDA cumple". El representante español, Francisco Fernández Ordóñez, dijo que este país "es el que más fácil lo tiene, pero ante necesita un acuerdo de cooperación con la Comunidad del que aún carece". Algo así como un freno a las prisas de Delors.
Fernández Ordóñez advirtió que "estarnos deseando recibir al hijo pródigo, pero hay que considerar toda la familia". Porque el gran escollo fue la idea de Delors de un fondo estructural para el Este, que podría ascender a 1,8 billones de pesetas anuales más otros 650.000 millones de pesetas en créditos. Ante las críticas a una revisión Presupuestaria de un calibre que asusta a la mayoría, Delors afirmó ayer que esa cifra era "una demostración al absurdo para dar a entender la imposibilidad de la Comunidad para responder a todas las necesidades". Tranquilizó también a España cuando dijo que "por recibir a los huérfanos o a los hijos pródigos no hay por qué matar al que se queda". Parece pues que las ayudas al Este no comprometerán los fondos para el desarrollo de las regiones más atrasadas de la CE, pero si hay que contribuir, precisó Ordóñez, "España tendrá que poner su parte".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.