Las SAL no tienen que cargar con las deudas de las empresas a las que sustituyen

El defensor del pueblo, Alvaro Gil-Robles, ha emitido una recomendación en la que establece que no hay sucesión entre las sociedades anónimas laborales (SAL) creadas por los trabajadores y las empresas en crisis a las que sustituyen. Comisiones Obreras afirma que, siguiendo esa recomendación, las SAL no tendrían por qué cargar con las deudas de las empresas anteriores.

El Defensor del Pueblo expone que los trabajadores de esas SAL tienen derecho a las prestaciones del Fondo de Garantía Salarial. "Desde este análisis [expuesto anteriormente por el Defensor]", afirma el dictamen, "tan acreedores son los trabajadores que deciden, con posterioridad a la declaración de su deuda, constituir una nueva empresa utilizando para ello los bienes del anterior empresario, como aquellos trabajadores que opten por otras alternativas".Sólo en Cataluña hay unos 1.000 trabajadores en esa situación, que cobrarían del Fogasa unos 5.000 millones de pesetas, según el presidente de la Federación de SAL catalanas, Armand Vilaplana.

Armand Vilaplana señaló que la Administración "tendrá que modificar su política, ya que había dado por supuesto que las SAL se hacían cargo de todas las deudas de las empresas anteriores. Hasta ahora, el Ministerio de Trabajo trataba de cobrar a las SAL las deudas de las empresas anteriores con la Seguridad Social".

Por su parte, el secretario de Política Institucional de CC OO en Cataluña, Joan Coscuviela, afirmó que las SAL "podrán operar a partir de ahora con mayor tranquilidad, al quitarse de encima la amenaza de deudas pasadas".

Dos sentencias de la sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, referentes a sendos procesos iniciados por CC OO, coinciden también en que no hay sucesión entre la empresa en crisis y la SAL subsiguiente. Una de ellas estima: "Cuando el adquirente es una sociedad anónima laboral, a la que algunos trabajadores aportan el importe capitalizado de sus respectivas prestaciones por desempleo junto con sus créditos, para obtener una posible viabilidad de tal actividad ( ... ) indudablemente quiebra la idea de la sucesión empresarial". El conflicto entre las SAL y el Fogasa empezó en 1987.