La ONU buscará en París una solución diplomática a la guerra de Camboya

Los cinco miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se reunirán el lunes próximo en París para relanzar las negociaciones sobre el futuro de Camboya y buscar una solución diplomática a la guerra civil. La fuerte ofensiva lanzada por los jemeres rojos en las últimas semanas ha despertado la preocupación en la comunidad internacional sobre una eventual vuelta al poder de ese régimen sanguinario.

El portavoz presidencial francés, Hubert Vedrine, dijo ayer que los viceministros de Exteriores de Estados Unidos, China, la Unión Soviética, Francia y el Reino Unido estudiarán cómo frenar la escalada belicista de los hombres de Pol Pot y la propuesta de Australia de que Camboya sea administrada por las Naciones Unidas hasta la celebración de unas elecciones generales libres.El ministro de Defensa camboyano, Tie Banh, se vio obligado el lunes a reconocer que han tenido que abandonar varios puestos militares ante el avance de la guerrilla.

La emisora de los jemeres rojos, captada en Bangkok ayer, informaba de un ataque contra la capital, Pnom Penh, en el que habían muerto varios soldados y policías. Asimismo se refería a diversos ataques a la ciudad de Battambang, la segunda del país, que afirmaba había sido incendiada por el fuego de sus explosivos de plástico y granadas. Aunque no existe confirmación oficial al respecto, fuentes diplomáticas coinciden en afirmar que los ataques a las posiciones gubernamentales son los más fuertes habidos en los últimos años.

Los jemeres rojos gobernaron Camboya de 1975 a 1979, instaurando un régimen de terror que diezmó la población y dejó al país en la miseria. La invasión vietnamita puso fin a la dictadura de Pol Pot e instauró un Gobierno -el de Heng Samrin- sostenido militarmente por Hanoi.

A iniciativa francesa, en agosto pasado, hubo una conferencia internacional sobre Camboya que trató de establecer un acuerdo entre las cuatro facciones camboyanas -el Gobierno y las guerrillas de Pol Pot (las más fuertes), de Norodom Sihanuk (prooccidental) y de Sonn Sam (nacionalistas)-, antes de que concluyera la retirada total de las tropas vietnamitas, el 15 de septiembre pasado. La intransigencia de los jemeres rojos dio al traste con el intento diplomático.

El Consejo de Seguridad también debatirá la propuesta de Australia de que la representación de Camboya en Naciones Unidas, actualmente en poder de la alianza de los tres grupos rebeldes, sea dejada vacante hasta que un nuevo Gobierno se instale en Pnom Penh.

China, principal apoyo militar y económico de los jemeres rojos y del príncipe Sihanuk, insiste en que el nuevo Gabinete camboyano ha de ser una coalición de las cuatro fuerzas. Sin embargo, Heng Samrin y su primer ministro, Hun Sen, se oponen a cualquier alianza que permita a los sanguinarios jemeres rojos volver a tomar el poder.