Desaprovechando el 'jazz'

La actuación de Peggy Lee en Los blues de Pete Kelly es un atractivo importante de la películas. Para la cantante -que había obtenido la fama actuando durante muchos años con la orquesta de Benny Goodman- éste era su papel más importante en el cine. Aunque fue nominada por este trabajo para el oscar como mejor actriz secundaria no continuó las posibilidades de explotar su imagen como actriz y prefirió ser una de las cantantes más populares de América hasta la década de los 70.Fue una lástima que su presencia y la de Ella Fitzgerald en este filme no fueran suficientemente aprovechadas por Jack Webb, que más preocupado por impactar con la violencia que le brindaban las actuaciones de los personajes mafiosos, se olvidó de que tenía entre sus manos actores tan excelentes como para haber conseguido antológicas interpretaciones de canciones de jazz.

Webb, escasamente cualificado para las tareas de dirección, desaprovechó la original idea que planteaba este argumento, en el que una banda de Jazz ve dificultada su labor cuando un grupo de mafiosos le exige parte de los beneficios de sus actuaciones.

Ambientada en la América de los años 20, era una buena oportunidad para tratar esas tesis históricas que defienden el coincidente surgimiento del Jazz con la consolidación de la Mafia. Un atractivo y recurrente tema del género negro. Webb, que además de director interpreta a Pete Kelly, se limitó a construir una historia de ajuste de cuentas y a lograr la atmósfera adecuada para el desarrollo de la acción. Aunque el resultado fue un interesante thriller, actores tan importantes en aquellos años como Edmund O' Brien, Janeth Leigh y, un Lee Marvin principiante, estaban sobradamente cualificados para haberlo hecho mejor.

Aparentemente es más atractiva la aventura que propone Tuareg, en tanto que se trata de la versión cinematográfica de la novela homónima de Alberto Vázquez Figueroa, autor acostumbrado a ternas ambiciosos e impactantes. Pero lo atractivo de la historia de un joven árabe que ha de vengar el agravio cometido por unos sol dados y la belleza de los exóticos escenarios no bastan. Enzo Castellari, que se encargó de esta producción italo-española y más conocido por sus spaghetti-westerns, no supo imprimir el ritmo narrativo que contenía la épica de texto. La escasa presencia de la temática árabe puede ser motivo de atención.