España mantiene su gasto en armas, pese a la distensión
España mantendrá hasta el año 1992 su actual ritmo de crecimiento del gasto en armamento, a pesar del clima de distensión mundial y de los sensibles recortes en los presupuestos militares que están realizando buena parte de los países de la OTAN, entre otros, EE UU y Francia. El último Consejo de Ministros de 1989, celebrado el pasado viernes, decidió prorrogar por dos años la vigencia de la ley de dotaciones para las Fuerzas Armadas, que data de 1982, meses antes de la llegada del PSOE al poder.Dicha ley garantiza un incremento mínimo anual y acumulable de 4,432% en términos reales, por encima de la inflación, de los créditos dedicados a dotar de material y equipos a las Fuerzas Armadas. Estas partidas son independientes de las destinadas a retribuir al personal militar v de otros gastos del Ministerio de Defensa.
En opinión del Gobierno, el gasto en armamento debe mantenerse hasta 1992, ya que antes no será posible apreciar en toda su dimensión las consecuencias de los acuerdos que puedan alcanzarse en las conversaciones de Viena sobre desarme convencional,
Según datos del Ministerio de Defensa, más de 1,5 billones de pesetas se han invertido en la modernización de las Fuerzas Armadas en aplicación de la misma durante el cuatrienio 1986-1989.
Por otra parte, España construirá media docena de fragatas, por un importe superior a los 250.000 millones de pesetas, a, lo largo del decenio que acaba de iniciarse, para paliar la retirada española del proyecto NFR-90, en el que participaba inicialmente con otros siete socios de la OTAN.
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