Un petrolero español y otro iraní provocan grandes mareas negras en el Atlántico
Dos grandes petroleros accidentados han originado sendas mareas negras en el Atlántico entre Madeira y las costas de Marruecos al verter entre ambos más de 95.000 toneladas de crudo al mar durante los últimos días. La magnitud de ambas catástrofes ecológicas es comparable, por la cantidad de crudo vertido en cada una de ellas, al accidente ocurrido en Alaska con el naufragio del Exxon Valdez en marzo pasado.El petrolero Khark 5, de nacionalidad iraní, lleva derramadas más de 70.000 toneladas de crudo al mar, en cuya superficie se ha formado una mancha negra de 300 kilómetros cuadrados,a tan sólo 20 kilómetros de la costa marroquí.
El Khark 5 empezó ayer a ser remolcado hacia las islas Canarias aprovechando las buenas condiciones climatológicas. La magnitud del crudo vertido des de el pasado 19 de diciembre por el Khark 5 ha obligado al Gobierno marroquí a pedir ayuda internacional para combatir lo que la Prensa de ese país califica ya como una "catástrofe ecológica y económica sin precedentes en el litoral atlántico".
El experto francés Jacques-Yves Cousteau ha declarado que es inadmisible la poca atención que se ha prestado al accidente y el retraso de la reacción internacional. Según el eminente oceanógrafo, a quien el Gobierno marroquí pidió ayuda, el Khark 5, que es del mismo tonelaje que el Amoco Cádiz -causante de una grave marea negra en 1978-, derrama 200 toneladas de petróleo por hora. El petrolero siniestrado se encuentra a unos 200 kilómetros de la costa. "Si la marea negra alcanza las costas marroquíes", precisó Cousteau, "se perderán 40.000 empleos de pescadores durante muchos años".
El otro petrolero, el Aragón, accidentado a 33 millas al noreste de Madeira, es de nacionalidad española y desplaza 230.000 toneladas de crudo, de las cuales lleva vertidas al mar unas 25.001). Está matriculado en Ceuta y es propiedad de la compañía Transportes Marítimos, SA. Según fuentes de la Comandancia Naval de Madeira, el Aragón sufrió una avería en los depósitos y en el timón, por lo que está siendo remolcado por un navío alemán.
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