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Fracasa la iniciativa popular de localizar al 'Velasco II', desaparecido con 11 personas

A primeras horas de la tarde del pasado 31 de diciembre regresaron al puerto de Vigo los seis pesqueros de La Guardia (Pontevedra) que durante dos días rastrearon inútilmente la zona donde el 17 de diciembre se hundió el Velasco II con 11 tripulantes a bordo, todos ellos vecinos de La Guardia. En los trabajos colaboraron también el remolcador de la Armada Mahón y un avión Orión de reconocimiento del Ejército del Aire, pero no se localizó ni rastro del pesquero siniestrado en una zona situada a 416 millas al sur del puerto de Vigo y a 467 millas de las islas Azores, en aguas internacionales portuguesas.

El rastreo por parte de los armadores y marineros guardeses se realizó en protesta por la actuación de las autoridades responsables de salvamento y en respuesta a la decisión de la Armada de dar por finalizados sus trabajos el 22 de diciembre. Así lo explicó Antonino Torrón, portavoz de los afectados.Veinticuatro horas antes del retorno de los seis pesqueros varios miles de personas se habían manifestado en Santiago de Compostela para exigir un servicio de salvamento marítimo. La iniciativa partió de los afectados por la tragedia del Velasco II y fue planteada como urgente llamada de atención para con las 29 víctimas que en la semana previa a la Navidad se registraron frente a las costas gallegas.

La manifestación que reunió en Santiago a gentes procedentes de distintas zonas del litoral gallego se celebró dos días después de que el Gobierno de la Xunta en funciones, presidido por el socialista González Laxe, acordase conceder ayudas a los familiares de los 11 desaparecidos del Velasco II y, urgiese del Gobierno central la puesta en marcha del servicio de salvamento marítimo en las costas gallegas.

Desde que a las 10 de la mañana del día 17 se tuviese la primera noticia del accidente del Velasco II, el pueblo entero de La Guardia se volcó con los familiares de la tripulación, informa Xosé Hermida.

Hacía ya varios días que se habían perdido las esperanzas de encontrar algún marinero con vida, pese a que el barco se encontraba tan sólo sem1huindido, según los testimonios de: otros tres pesqueros de la localidad que se encontraban en las inmediaciones del Velasco II cuando se produjo el accidente por causas todavía desconocidas. "Al principio confiábamos en que alguno salvase la vida porque es muy fácil que dentro del casco se forme una burbuja de aire que les permita resistir", explica.Josefina Abad, esposa del patrón del pesquero, que se ha convertido en uno de los más activos portavoces de los familiares.

Josefina, que llevaba menos de un año casada con José Bernardo, de 28 años y marinero desde la adolescencia, transmite la indignación contra las, autoridades de un pueblo que se ha quedado sin 11 vecinos, nueve de los cuales dejan viuda e hijos. Los familiares no comprenden cómo la Armada y la Marina Mercante tardaron 30 horas en enviar los primeros auxilios, ni cómo el destructor Blas de Lezo, el primer barco español que llegó a la zona del naufragio, tuvo que interrumpir la búsqueda a las pocas horas porque se había quedado sin combustible.

Los vecinos comenzaron a gestionar el envío de equipos de salvamento desde que recibieron el aviso el domingo día 17. "Conforme pasaban las horas", señala Josefina, "nos fuimos desesperando. Nadie quería hacerse cargo de la operación y sólo las autoridades portuguesas enviaron una fragata que tuvo que dar vuelta por una vía de agua. En Marina Mercante, en Protección Civil, en la Armada, en todos los sitios nos contestaron con cuentos. Es posible que se hubiesen muerto nada más ocurrir el accidente, pero ellos no tenían derecho a darlos por fallecidos desde el primer momento".

Si los cadáveres no son recuperados las viudas pueden encontrarse con serios problemas económicos. Mientras no se les dé legalmente por muertos no tienen derecho a pensión.

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