_
_
_
_

La presidencia irlandesa concretará la puesta en marcha de la unión enconómica y monetaria de la CE

Irlanda toma el 1 de enero el relevo a Francia al frente de la Comunidad Europea (CE). Si la presidencia francesa ha estado marcada por la apertura de la Comunidad al Este y el compromiso reforzado de continuar adelante en la unión económica y monetaria, el semestre irlandés será "la ocasión de explorar el futuro, más allá del mercado único y del proceso actual de integración, a fin de percibir la Europa que surgirá de aquí a fin de siglo", según Charles Haughey, primer ministro de Irlanda. En el horizonte se perfila una CE de Estados federados para dar un contenido político a la unión europea.

La presidencia irlandesa ha elaborado un calendario detallado para los seis meses que ahora se inician. Serán 48 los Consejos de Ministros de la Comunidad Europea (CE), incluidas reuniones informales y conferencias ministeriales de cooperación, a celebrar hasta la cumbre de Dublín prevista para los días 25 y 26 del próximo mes de junio.Al margen de la ambición de definir el cauce político e institucional de la unión europea del futuro, no son pocas las materias que están sobre la mesa.

En primer lugar, falta la aprobación definitiva, pendiente ahora de un dictamen del Parlamento Europeo, de las decisiones sobre cooperación económica y monetaria, claves para la entrada en vigor de la primera fase de la unión económica y monetaria, el 1 de julio de 1990.

Durante el semestre es necesario también definir el modelo de las dos fases siguientes, que abocarán en una moneda única y un banco central europeo. Al día siguiente del fin de la gestión irlandesa se iniciará la libre circulación de capitales en la CE. Pero antes Irlanda tendrá que lograr un acuerdo sobre la cooperación fiscal contra el fraude derivado de la emigración de capitales, un objetivo que implica el levantamiento de hecho del secreto bancario, a lo cual se opone Luxemburgo.

Si la fiscalidad sobre el ahorro es una urgencia, el IVA y los impuestos especiales sobre alcohol, tabaco y carburantes son también asignaturas pendientes de las presidencias española y francesa, dado que hasta ahora sólo existe un acuerdo para la convergencia de tipos de IVA antes de 1993.

A Irlanda le espera un tema que choca especialmente con sus disposiciones internas: la supresión de trabas zoosanitarias y fitosanitarias, las últimas grandes barreras que faltan por levantar con vistas al mercado único. Y el primer ministro irlandés ha expresado la voluntad de su Gobierno de suprimir los controles a la circulación de personas dentro de la CE, una reforma que va unida a la determinación del derecho de asilo, concesión de visados y condiciones de entrada en la CE para los nacionales de países terceros.

Por lo demás, a Irlanda le toca iniciar la negociación del marco de relaciones con los países de la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) para asimilarlos al mercado único y crear el llamado espacio económico europeo, continuar la cooperación con los países del Este, establecer un acuerdo comercial con la República democrática Alemana (RDA) y, acaso, iniciar las conversaciones con Bulgaria y, previsiblemente, Rumanía, hasta ahora un país vetado.

Pero, a pesar de que los temas no escasean, la complejidad técnica de las reformas que restan y la condición de ser un país pequeño dentro de la CE, que sucede a un grande y precede a otro (Italia), no harán fácil a Irlanda igualar los éxitos de la presidencia francesa.

El presidente francés, François Mitterrand, inició su semestre comunitario montado en una cumbre, la de los siete grandes, celebrada a mediados de julio en París. Aparte del Consejo Europeo de Estrasburgo convocó la reunión comunitaria de París para analizar la apertura al Este y el proyecto de creación del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo.

'Operación Faro'

En un diciembre loco, la presidencia francesa hizo notar su protagonismo en la conferencia ministerial de Bruselas de los 24 países occidentales que participan en la operación Faro de ayuda a Polonia y Hungría. Celebró en París la cumbre euroárabe y firmó el acuerdo de cooperación con la URSS, que se añade al suscrito en septiembre con Polonia.El mayor mérito de Mitterrand reside precisamente en haber sabido tomar el pulso al Este y evitar, simultáneamente, el riesgo de cortocircuito de la construcción europea.

Algunos diplomáticos españoles llegaron a comentar que los franceses son expertos navegantes "en las alturas políticas, pero no han bajado al valle de la gestión y se han limitado a vivir de la herencia española".

La crítica es cierta en lo que se refiere a los acuerdos definitivos sobre decisiones asumidas en el anterior semestre, pendientes sólo del dictamen parlamentario, como fueron la directiva de libre instalación bancaria, la del coeficiente de solvencia de los bancos, la de operaciones de iniciados en Bolsa (insider trading), la de televisión sin fronteras o las de seguridad e higiene en el trabajo.

Pero en el sprint final la presidencia francesa ha sabido estar a la altura de la vocación comunitaria que proclama.

En este sentido, no sólo destaca el compromiso de Estrasburgo sobre la conferencia intergubernamental para cambiar los tratados de la CE y hacer posible la unión monetaria. Están también la firma del cuarto convenio de Lome, que sanciona el ingreso de la República Dominicana entre los países beneficiados por el Fondo Europeo de Desarrollo de la CE; la creación de la Agencia Europea de Medio Ambiente; los grupos para impulsar la televisión de alta definición o coordinar la lucha contra la droga, y la aprobación del programa marco de investigación, dotado con 741.000 millones de pesetas para el período comprendido entre el año que ahora comienza y 1994.

Francia logró también durante su período al frente de la Comunidad la apertura del sabotaje en el transporte por carretera y de ciertos sectores de las telecomunicaciones a la libre competencia.

Obtuvo un compromiso para aproximar los tipos de impuesto sobre el valor añadido (IVA) antes de 1993 y en el último Consejo de Ministros del año consiguió acuerdos sobre el derecho de residencia, las fusiones y concentraciones de empresas, la libre prestación de seguros de vida y la directiva que protegerá a los turistas contra los abusos de los operadores turísticos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_