Tomar buena nota

A diez años del nuevo milenio, en que un 15% de la población española tendrá más de 65 años,los ancianos de esta país disponen solo de la mitad de las plazas que estipula la Comunidad Europea. España contará ya, en 1990, con 5.202.424 ancianos y carece de 100.000 plazas en residencias para atender la demanda existente. Y una vez dentro, el panorama puede ser aterrador. Basten algunos ejemplos de este mismo año: el escándalo de la residencia Alba de Barcelona, en que una Inspección judicial descubrió a 15 ancianas viviendo en condiciones infrahumanas en septiembre. Ocupaban un cobertizo. En octubre, un anciano murió en una residencia de Villaviciosa de Odón (Madrid) y permaneció cuatro días en su habitación sin que nadie se percatase.

No quieren ir

Una encuesta reciente realizado en Cataluña sobre la población que tendrá más de 65 años en el año 2.000 arrojaba el dato de que sólo el 3% quería ir a una residencia de ancianos. Casi todos deseaban permanecer en sus casas hasta el final de sus días.

"Precisamente se han estudiado las residencias más antiguas que tiene el Inserso", se lamenta César Galán, jefe del Gabinete de la ministra de Asuntos Sociales, Matilde Fernández. Este alto cargo afirma estar satisfecho, en términos generales, de la impresión del Defensor sobre las residencias del Inserso estudiadas aunque asegura que el ministerio tomará buena nota de las recomendaciones de la institución, como es el capítulo de los planes de emergencia de los centros. Considera prioritario extender la asistencia y cree que el informe "es una llamada de atención a segir trabajando". Asegura que los centros concertados tiene el mismo nivel de exigencia que los propios.

Aparte de las deficiencias reseñadas, el Defensor del Pueblo ha detectado el aislamiento de dos de las residencias públicas estudiadas, ubicadas en Miranda de Ebro (Burgos) y Denia (Alicante), en las que los ancianos no disponían de transporte público diario para acceder a los núcleos urbanos. Pese a que aseguraba que el equipamiento estaba bien, en término generales, se constataron humedades en los centros de Alcalá de Henares (Madrid) y Vigo. No se realizan controles de salud periódicos a los residentes en 10 centros estudiados y el Defensor señala la falta de continuidad del trabajo del personal médico contratado.