HB dice que los puentes de contacto entre ETA y el Estado siguen funcionando"'

El dirigente de Herri Batasuna (HB) Jon Idígoras afirmó ayer, en una valoración política de la actividad de la coalición durante 1989, que "los puentes de contacto entre la organización armada y los poderes del Estado están funcionando". Estas tomas de contacto, que "nunca se han paralizado", según Idígoras, pretenden retomar las conversaciones políticas de Argel en el punto en que quedaron interrumpidas. "Hay que tomar posiciones. No podemos partir de cero porque están los ocho puntos acordados por ambas partes en la mesa de Argel, dijo Idígoras.A juicio del dirigente de la coalición abertzale, 1990 será el año de la reanudación de las conversaciones políticas entre ETA y los poderes del Estado. Para HB la mesa de Argel ha sido el acontecimiento político clave que ha condicionado toda la política de este año. "Argel ha supuesto el reconocimiento de la organización armada ETA como sujeto político y la creación de un foro perrnanente de debate al margen de las instituciones y los partidos del pacto de Ajuria Enea", según Idígoras.

El miembro de la Mesa Nacional de HB criticó la "política de españolización" que están desarrollando los partidos vascos y, en concreto, el PNV, de quien señaló "ha llegado tarde a la cita con la historia en el tema de la autodeterminación a pesar del automaquillaje de última hora".

Asimismo, Idígoras calificó de "descafeinada" la moción que sobre el derecho de autodeterminación están consensuando el PNV y Euskadiko Ezkerra (EE) para presentar en el Parlamento de Vitoria. "Esos partidos han recibido el tirón de orejas del PSOE, que mantiene que aquí no se puede reclamar nada que no esté recogido en la Constitución", dijo.

El dirigente abertzale resaltó el protagonismo político de la coalición abertzale tanto con sus movilizaciones en la calle como con su intervención en las instituciones. Según HB, estas iniciativas han dejado al descubierto los puntos flacos del Estado y de las instituciones del País Vasco. "Los aparatos del Estado no pueden soportar la presencia democrática de HB en las instituciones", argumentó Idígoras.