El fiscal pide 28 años para el acusado de violar y matar a una joven de Zaragoza

El ministerio fiscal solicita 28 años y tres meses de prisión para el presunto autor de la muerte y violación de Carmen Romero, de 20 años, alumna de la universidad Laboral, ocurrida el pasado año, cuyo juicio se inició ayer en la Audiencia de Zaragoza. El testimonio de alumnas compañeras de la víctima y los análisis de semen y sangre han sido determinantes para acusar a José Luis Arias García, de 40 años, que se confesó inocente.

La acusación particular pide 50 años y seis meses de cárcel por homicidio y violación así como 30 millones en concepto de responsabilidad civil.La última vez que Carmen fue vista, el 8 de marzo de 1988, le dijo a una compañera de habitación que iba a jugar al baloncesto. Otras alumnas la vieron hacer autoestop para ir a Zaragoza. Entonces era una práctica habitual entre las alumnas, dadas las deficiencias en el servicio de autobuses entre el centro docente, situado a unos 12 kilómetros, con el centro de la ciudad. El abogado de la acusación particular, Venancio Herranz, considera al Estado responsable civil subsidiario ya que, en su opinión, el Ministerio de Educación, del que depende la Universidad Laboral, tiene la obligación de prestar un servicio de transporte adecuado.

El cuerpo de Carmen Romero fue hallado enterrado y con signos de violencia, 10 días después de su desaparición, en un monte de Leciñena (Zaragoza). La policía detuvo al presunto homicida el 30 de marzo del año pasado.

Los testimonios de alumnas de la universidad, que reconocieron al acusado, así como los análisis de sangre y semen realizados por la cátedra de Medicina Legal de la Universidad de Zaragoza fueron decisivos para acusar a José Luis Arias. Las investigaciones determinaron que el esperma encontrado en un trapo en el coche del acusado coincidía con el hallado en la vagina de la víctima. Una mujer que mantenía relaciones íntimas con Arias declaró que solían hacer el amor en el coche y que el acusado se limpiaba con un trapo.

El presunto homicida se declaró inocente aunque reconoció que solía merodear por la Universidad Laboral, que recogió en ocasiones a alumnas y una vez se masturbó en el coche. Un policía declaró que detuvieron al acusado, entre otras razones, porque no pudo demostrar dónde se encontraba el día y la hora en que se vio por última vez a la estudiante. Arias sostiene que a esa hora, las 16.15 del 8 de marzo, había ido a un gimnasio a recoger a uno de sus hijos. El responsable del local declaró en el juicio que sólo había visto una vez al padre ir a buscar a su hijo.

Nueva vía de investigación

Causó sorpresa la declaración ayer de una alumna, quien dijo haber recibido influencias para que no testificara en el juicio. Según relató, una amiga había sostenido una conversación con un hombre en un tren, quien le dijo que los autores de la muerte de Carmen Romero fueron dos y que podía pasarle algo si acudía a declarar.El abogado defensor solicitó que se investigara esta nueva vía y el juez decidió incluir entre los testigos a la amiga de la alumna que reveló dicho incidente. Varios colectivos feministas realizaron una concentración en señal de protesta por la violación y muerte de Carmen Romero.